Acapulco, cerca de la quiebra, artículo de la Universidad de Nuevo México

Devastador artículo, New Mexico State University, “Acapulco está cerca del punto de ruptura”.

Traducción rápida de Foro Acapulco del artículo intitulado: Reporte Especial: Acapulco 1967-2011, del Centro de Estudios Latinoamericanos y de la Frontera del New Mexico State University publicado el 28 de Agosto del 2011 en el Salem News, en donde advierte que Acapulco está cerca del punto de ruptura, e incluso podría perder el turismo nacional que lo ha mantenido en los últimos años si continúan las tendencias actuales:

En 1967, el balneario mexicano brillaba en todo su esplendor y gloria. Bañado por la fama y la fortuna, Acapulco fue el sitio de recreo de las estrellas de Hollywood y una visita obligada para los cineastas mexicanos.

Disfrutando de una reputación como un destino tranquilo, pero festivo, el puerto del Pacífico se convirtió en el modelo para la industria del turismo internacional que dio a millones de estadounidenses sus primeras impresiones de México, su gente y su cultura.

En una época recordada por el verano, el amor y las palabras cósmicas de los Beatles, se desarrolló el Acapulco Gold, una cepa marihuana local cultivada en las montañas de Guerrero, que fue ganando en aceptación de marca, tanto como el sol y la búsqueda de diversión del turismo internacional, así como un artículo de exportación en el tratado subterráneo de libre comercio que por años precedió al tratado oficial casi 30 años después.

Sin embargo, incluso en ese año luminoso de una época de oro, se avecinaban problemas en el paraíso. Este mes marca el 44 aniversario de la "Masacre de Acapulco", cuando hombres armados ocasionaron decenas de muertos y decenas de heridos, a instancias de los caciques regionales, que se hicieron cargo de la sede de los productores de coco y aplastaron una manifestación que pedía el control directo de los productores y mejores precios que los intermediarios ofrecían a los campesinos.

La represión contra la organización de 1.800 miembros de la organización cocotero, la mayoría de los cuales se encontraban en la cercana Costa Grande, se llevó a cabo con la complicidad del gobierno del estado.

Jorge Luis Salas Pérez, actual presidente de la Unión Comercial de Productores de Coco, recientemente dijo a un periodista mexicano que 35 personas, incluyendo mujeres y niños, fueron asesinados en la masacre y se hirieron a otras 150. Salas mostró al periodista una foto de un vendedor de helados abatido por las balas.

"Les dispararon desde diferentes posiciones", dijo Salas.

El líder de los cultivadores de coco culpó al entonces gobernador Raymundo Abarca Alarcón y el cacique Rosendo Ríos Rodríguez de los asesinatos.

"Nadie fue castigado", dijo Salas.

La masacre de Acapulco fue el climax de la represión estatal contra los movimientos populares y sus dirigentes en el estado de Guerrero.

En agosto de ese mismo año, el destacado líder precarista de Acapulco Alfredo "El Rey Lopitos" López Cisneros fue asesinado a balazos.

Unos meses antes, en mayo de 1967, la policía en la localidad de la Costa Grande de Atoyac de Álvarez, había atacado a una manifestación encabezada por el maestro Lucio Cabañas, matando e hiriendo a varias personas.

Comandado por Cabañas y otros grupos de izquierda, empezaron a aparecer en Guerrero grupos guerrilleros después de que las posibilidades de un cambio pacífico se cerrasen de golpe. El gobierno mexicano respondió con la guerra sucia, la detención y la desaparición de cientos de personas en Acapulco y Guerrero.

A diferencia de Argentina e incluso Guatemala, nadie ha sido castigado por las desapariciones y asesinato. Una incumplida sentencia de 2009 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se cierne sobre el gobierno mexicano en el caso de Rosendo Radilla Pacheco, ex alcalde de Atoyac de Álvarez, quien fue detenido y desaparecido por militares en 1974.

Julio Mata, secretario ejecutivo de la organización de derechos humanos AFADEM, ha denunciado que el gobierno de Calderón ha estado simulando el cumplimiento de sentencia obligatoria de la CIDH y nunca va a llevar a los culpables ante la justicia.

"La búsqueda de Radilla Pacheco es la búsqueda de todos los detenidos y desaparecidos, que en Guerrero son al menos 650 personas", dijo Mata. "Estos desaparecidos, son los constructores de la insípida democracia que millones de mexicanos ahora disfrutan, y que poco a poco nos están tratando de quitar".

En lugar del impero de la ley y la aplicación de la justicia, una falsa trinidad de impunidad, corrupción y capitalismo salvaje se convirtió en la norma institucional. La cocaína y el cristal meth reemplazaron al coco y el café como los productos principales.

Sobrepoblado por los migrantes que huían de un campo que se marchitaba, Acapulco creció a convertirse en una ciudad de 789,971 personas, según el Censo de 2010. De los cerca de 800.000 habitantes, el 29,5 por ciento tienen 15 años de edad o menos y enfrentan un futuro sombrío de posibilidades de empleo y una extremadamente limitada oferta de oportunidades de educación superior.

El nido de amor junto a la bahía de Santa Lucía se transformó de ser una escapada de la jet-set internacional a ser una ciudad económicamente dependiente del turismo de fin de semana de las clases menos favorecidas de la Ciudad de México.

Los problemas de contaminación y la gran ciudad, ahuyentaron a legiones de turistas extranjeros, mientras más y más gente competían por las pocas migajas de un pastel de turismo marchito. No hubo industrias fuera del turismo que pudieran tomar el relevo económico, y el dinero rápido de todo tipo se convirtió en el único juego real en la ciudad. Un caso de estudio que había sido ejemplo de lo que debería ser el turismo de clase mundial se convirtió en un ejemplo clásico de una planeación desastrosa.

Mientras que los libros de turismo, en alguna ocasión hablaron de Acapulco como una especie de "Ciudad de México en la playa", es quizás ahora más apropiado referirse a la joya de la corona antigua del turismo mundial como "Juárez en la playa." Asesinatos, secuestros y extorsiones relacionadas con el control del mercado de drogas y otros crímenes ha ocasionado al menos 782 personas asesinadas al 28 de agosto del 2011, según diversos fuentes de prensa. En una forma típica de una guerra sucia, escuadrones de comandos deambulan por las calles secuestrando a sus víctimas, víctimas que nunca son vistas con vida de nuevo o a lo más recuperadas como partes desmembradas en algún basurero público.

Teniendo en cuenta la población de Acapulco, el nivel de violencia es más o menos equivalente a lo que ocurrió en Ciudad Juárez en 2008, cuando la llamada narco-guerra se intensificó.

El Fiscal General del Estado de Guerrero, Alberto López Rosas celebró la "tabla rasa" de la tarde y la mañana del 25-26 de agosto, cuando no hubo asesinatos, sin embargo los asesinos regresaron a trabajar en la tarde del 26 de agosto. En uno de los casos, colgaron a la víctima posiblemente aún vivo desde un puente peatonal a la vista de los automovilistas y en plena luz del día.

Algunas autoridades han tratado de minimizar el derramamiento de sangre, afirmando que la violencia se limita a los barrios de clase obrera alejados de las zonas turísticas más importantes, sin embargo numerosos incidentes han ocurrido en lugares emblemáticos muy frecuentado por los visitantes, como por ejemplo la alguna vez moderna colonia Costa Azul, la Gran Plaza, la estatua de la Diana Cazadora, en frente de las discotecas en la avenida Costera, fuera del parque acuático CICI, cerca del Hotel Princess, y detrás el Hard Rock Café.

Avariciosos taxistas y camareros pedantes podrían hacer pensar dos veces a los visitantes antes de volver a un lugar de vacaciones, pero no hay nada como el sonido de las balas o la visión de los cuerpos sin cabeza para ahuyentar a los turistas para siempre.

Hoy en día, Acapulco está cerca del punto de ruptura, e incluso podría perder el turismo nacional que lo ha mantenido a flote en los últimos años, si continúan las tendencias actuales.

La ciudad está experimentando el "peor momento de su historia", declaró la periodista mexicana Denise Maerker en un reciente especial televisado a nivel nacional.

"Los que están promoviendo la violencia son las personas que no saben lo que están haciendo", dijo Gustavo Solís Sánchez, presidente de un grupo de miembros de la Asociación de Profesionales de Turismo, "porque están matando la gallina de los huevos de oro. "
No es sorprendente que en la temporada de verano recién concluida haya sido uno de las peores, si no es que la peor de los que se tiene memoria de acuerdo con diferentes representantes de la industria turística en Acapulco.

Discotecas legendarias que alguna vez estuvieron repletos de veraneantes están prácticamente vacías. La ocupación hotelera tuvo promedio del 60 por ciento de acuerdo a un líder sindical. El añejo Hotel Las Joyas, registró solamente una tasa de ocupación del 20 por ciento. Hartos de un círculo vicioso, los propietarios del hotel Bor cerraron al público la semana pasada.

"Siete personas que se ganaban la vida en este hotel se van a quedar desempleados, y el Seguro Social ya no va a recibir su dinero tampoco," dijo Protacio Rodríguez, gerente del hotel.

En diciembre pasado, el destacado restaurante El Olvido, alguna vez preferido de los políticos quienes disfruaban de salmón enrollado y filete de atún con salsa de queso de cabra, cerró y ahora está a la venta, sin ningún comprador después de casi un año.

Rodrigo Ramírez Justo, secretario de la Sección 112 de la Confederación de Trabajadores de México, estima que 8.000 empleos se han perdido en la industria hotelera local. Ramírez advirtió de una grave situación económica que enfrentarán los trabajadores durante el resto del año, y pidió un programa de empleo de emergencia.

Ramírez criticó a las autoridades gubernamentales por no manifestarse en este grave momento de crisis económica. "No vemos nadie de los gobiernos estatales, municipales o federales tomar acciones", afirmó.

En repetidas ocasiones, militares y las autoridades federales, estatales y municipales han montado operaciones de seguridad conjuntas, declarando el blindaje de la Costera de la violencia potencial, asegurando a los posibles turistas que pueden disfrutar de sus vacaciones sanos y salvos. El resultado han sido algunos arrestos espectaculares de presuntos infractores de la ley que han hecho titulares en los periódicos.

Sin embargo, el crimen y la violencia no muestran señales de disminución en el corto plazo. Un informe reciente de la revista Proceso da un buen indicio de por qué las autoridades de todas las tendencias políticas han sido incapaces de contener la tormenta criminal. Citando documentos de la escuadrón anti-crimen de la SIEDO, el semanario detalla los testimonios de dos informantes llamados, "Zajed" y "Nemesis".

De acuerdo con las dos fuentes citadas, la desintegración llevada a cabo por los Estados Unidos y México de la antigua organización criminal de los Beltrán Leyva está en el corazón de la gran parte de la violencia actual.

Zajed, que al parecer trabajaba con un maestro para el grupo de los Beltrán Leyva, relató pagos regulares a las autoridades políticas, militares y policiales como parte de un acuerdo que mantenían los Beltrán Leyva en control de Acapulco durante 2008 y 2009.

El otrora narcotraficante estima que cerca de $400,000.00 dólares se generaban netos cada fin de semana sólo de la venta de drogas ilegales en Acapulco.

En un momento dado, la "plaza" acuerdo también abarcaba otro destino turístico; Zihuatanejo.

Pero las cosas se pusieron muy mal después de que el jefe Arturo Beltrán Leyva fue muerto a tiros por los infantes de marina mexicana en diciembre de 2009, y su sucesor tejano, Edgar "La Barbie" Valdés Villareal, fue arrestado en agosto de 2010. Entonces la rama de los Beltrán Leyva en Acapulco formó el cártel Independiente de Acapulco (CIDA), pero pronto se fracturó en organizaciones rivales, con un grupo escindido del mismo que ahora firma sus mensajes como "La Barredora".

Entre los líderes identificados de esta banda está Cristian Hernández Tarín, el hijo de Arturo "El Chucky" Hernández, un ex alto sicario para el Cártel de Juárez que está en la cárcel.

Miembros de los grupos que compiten por Acapulco han sido asesinados o detenidos por las autoridades mexicanas, pero la violencia no cesa. En medio de la convulsión de los grupos criminales, otras organizaciones como La Familia Michoacana, el cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán y Los Zetas han renovado sus esfuerzos para tomar Acapulco y Guerrero.

Representantes de la sociedad civil han intentado una protestas dispersas contra la violencia, sobre todo un paro de tres horas por propietarios de estaciones de gasolina de este mes, pero no se ha producido una respuesta sostenida a la crisis de parte de la sociedad.

El 10 de septiembre, el poeta Javier Sicilia y su Movimiento Nacional por la Paz y la Dignidad llegarán a Acapulco en una caravana cuyo destino final es el estado de Chiapas.

Hace poco los comentarios del Fiscal General del Estado de Guerrero Alberto López Rosas provocaron una fuerte controversia. Tras detallar las detenciones de 10 presuntos miembros de "La Barredora", López Rosas pidió a las bandas en el conflicto a llamar a una tregua.

"Espero una tregua ... nadie tiene derecho a poner en riesgo la tranquilidad de la sociedad", dijo López Rosas. "Nadie tiene el derecho de hacer prevalecer su negocio, y mucho menos cuando es ilegal, a expensas de una sociedad que quiere trabajar y hace esfuerzos para sacar a sus familias adelante."

López Rosas instó a los grupos criminales para mostrar respeto por "ciertos códigos" de conducta que han sido "completamente desbordados por los grupos criminales."

Un político veterano afiliado al partido de centro-izquierda PRD, López Rosas fue alcalde de Acapulco del 2002 a finales de 2005. Especialmente durante la última parte de su administración, la violencia relacionada con las drogas comenzó desestabilizar la ciudad portuaria cuando la organización de los Beltrán Leyva/Sinaloa y Los Zetas se lanzaron a la guerra.

López Rosas es el hijo de El Rey Lopitos, el dirigente popular asesinado en aquel fatídico año de 1967.



Fuente: http://www.salem-news.com/articles/august282011/acapulco-tourism.php
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