Conspiraciones
Por
Jorge Romero Rendón
El presupuesto de 50 millones de pesos asignado a uno de los principales
programas del gobierno de Ángel Aguirre
Rivero, denominado “Guerreros por la
Alfabetización” se ha convertido en un
botín en el que todos quieren meter la mano, generando un caos administrativo
en el que lo mismo se han detectado robos,
desvío de recursos, corrupción de funcionarios, falsificación de expedientes,
injusticia laboral y un alto grado de ineficiencia que podría echar por
tierra el objetivo de enseñar a leer y a escribir a 50 mil personas antes del
primer informe del mandatario.
El problema es grave si se considera que el analfabetismo sigue siendo una muestra del atraso no solo educativo,
sino de la marginación y de la injusticia social en Guerrero. Por eso
Aguirre propuso al asumir su mandato gubernamental, una verdadera cruzada alfabetizadora que uniera los esfuerzos de
diversas instituciones estatales y de la sociedad civil (incluyendo a la
Iglesia Católica), creando una dependencia que los coordinara, denominada “Guerreros
por la Educación”, asignándole un presupuesto propio de 50 MDP.
Es decir, le abrió el camino para
contar con TODO el apoyo del régimen:
cientos de plazas de trabajo, equipamiento, vehículos, renta de oficinas,
dinero en efectivo, contratación de especialistas extranjeros, prioridad en el
acceso a todo tipo de recursos, en fin, todo.
Sin embargo, a once meses de gobierno, la cruda realidad está
contradiciendo los buenos deseos de Aguirre:
a espaldas de la secretaria de Educación
Guerrero, Silvia Romero Suárez, funcionarios y exfuncionarios de “Guerreros” se
han despachado con la cuchara grande, creando un aparato burocrático
innecesario, con decenas de nuevos funcionarios, de tal modo que solo la
coordinación de ese programa en Chilpancingo tiene a 52 coordinadores o jefes de algo, mientras las demás oficinas
regionales (una por cada zona económica, siete en total), tienen cada una a
otros 20 jefes más su personal operativo y al
final quedan los alfabetizadores, los que sí hacen la chamba, sin contrato, con
sueldos bajos y sin ninguna prestación.
Nepotismo
y malos manejos…
El colmo de ese modelo está en que luego de que el gobernador removió al
primer coordinador general del programa, Sergio
Tavira Román, el nuevo titular, Ricardo
Castillo Barrientos despidió unilateralmente a trabajadores operativos que sí
trabajaban, a quienes les quedó a deber al menos dos quincenas y el
finiquito de ley; pero no redujo la
nómina, pues de inmediato esos puestos se adjudicaron a familiares y amantes
de los funcionarios.
Mientras se retuvo el poco sueldo
de los alfabetizadores, que han tenido que hacer paros y protestar para que
les vayan pagando de a poco –en exhibiciones de 500 a 600 pesos- sus sueldos
atrasados, justo cuando está terminando la primera etapa del programa, y a
menos de un mes del Primer Informe de Gobierno de Aguirre.
Trabajadores y extrabajadores de “Guerreros por la Alfabetización han señalado a dos de los coordinadores de
ese programa, Félix Moreno Peralta y Bulmaro Muñiz de malos manejos. Al
primero lo acusan de hacer perdedizo un
auto Nissan Tsuru color rojo que “desapareció” de su casa, y de no haber comprobado recursos por 400 mil
pesos. Igual se han “perdido” al menos otros dos vehículos Nissan modelo
estaquitas de doble cabina color blanco. De hecho acusan a la coordinadora de
Finanzas –en funciones, pues el puesto oficial lo tiene otra persona-, Argelia Juárez de ser responsable de la
desaparición de una de esas camionetas.
De la misma forma acusan al excoordinador de Finanzas y actual
secretario particular de Castillo Barrientos, Víctor Jorge García Sevilla de aprovechar su puesto en beneficio
propio, pues sin licitación de por medio ha hecho compras directas a favor de
una empresa comercializadora de su propiedad, denominada Offitech.
Y denuncian a la actual responsable de Finanzas, Xóchitl Adame, de retener y jinetear el dinero de los sueldos de
alfabetizadores y de empleados despedidos, a quienes les niega la entrega
de recibos que deben dárseles por las quincenas anteriores devengadas y
cobradas, por lo que sospechan de un
fraude con sus salarios.
Finalmente, en el colmo de la situación, se acusa a Moreno, Muñiz y Barrientos de falsificar los expedientes de
las personas alfabetizadas, pues
muchas de ellas ya cuentan incluso con estudios desde primaria hasta
preparatoria, pues el objetivo es darle al gobernador un informe simulado
de que efectivamente están alfabetizando hasta a 63 mil personas, cifra poco
confiable.
Romero
Suárez, a poner orden…
En ese marco de caos y corrupción, la titular de la SEG, Silvia Romero ordenó una serie de
auditorías, administrativas y operativas para deslindar responsabilidades
sobre malos manejos financieros, y especialmente para detectar aquellos casos
en los que pudiera haber simulación de alfabetización.
Las auditorías están en marcha, ya que Romero Suárez está decidida a rescatar el programa estatal de
alfabetización, no solo por motivos de política estatal, sino para que todo
el esfuerzo que se lleva a cabo cumpla
efectivamente el objetivo de enseñar a leer y a escribir, y que ese aprendizaje
sea un instrumento de justicia, de cambio social y le brinde un mayor
bienestar a las familias pobres e indígenas de Guerrero.
Correo electrónico: rendon59@gmail.com
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