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Yarrington, el golpe esperado

por  Juan Manuel Magaña
Estaba cantado y por fin llegó el esperado golpe al PRI. El caso Yarrington busca dañar el centro de gravedad de la campaña presidencial y en los próximos días veremos si lo logra.
Por lo pronto, el momento estuvo bien escogido: es el peor por el que atraviesa Enrique Peña Nieto en su trayecto a la elección. De hecho lleva ya un mes sometido a fuego intenso y en sostenido declive. Salió golpeado del debate y el posdebate y su persona ha sido fuertemente repudiada por la juventud universitaria. Y ahora esto.
Justo cuando el PRI más necesita mostrar el rostro renovado y limpio, aflora su pasado remoto y reciente, siempre asociado a la corrupción. Y eso carga de negatividad su candidatura presidencial. Sus negativos están a la vista: Salinas, Televisa, Elba Esther, Romero Deschamps, Mario Marín el-gober-precioso, Ulises Ruiz, Humberto Moreira y ahora Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas.
Y sin embargo hay dos o tres cosas que podrían atenuar el efecto del golpe. Una, que como estaba cantado, el cuarto de guerra priísta se preparó para controlar el daño. Otra, que el golpe vino de fuera, por lo que Calderón no podrá colgarse esa medalla y trasladar automáticamente el dividendo político a una candidata que se ha desplomado. Quizá una más sea que un litigio de este tipo suele ser largo y no es lo mismo tener a un sospechoso bajo proceso que a un rotundo culpable; y en eso la campaña pasar.
Por si las dudas, el PRI no sólo se deslindó de Yarrington, sino que le pidió afrontar su responsabilidad ante la justicia y decidió sin titubeos su expulsión. Preferible así, a que los malpensados supongan que moverá hilos para que Yarrington quede impune. Además, pusieron a declarar a Peña que "el PRI no defiende a nadie".
Pero si de conductas ilícitas hablamos, ahí está de nuevo la de Calderón, empecinado en enturbiar el proceso electoral mientras el árbitro sigue roncando. Con evidente oportunismo, aprovechó el vuelo que traería el caso Yarrington para aplicar a los candidatos una especie de encuesta sobre su guerra fallida al narcotráfico.
Palabras más, palabras menos, les preguntó: a) que si van a continuar su guerra, o b) que si se van a arreglar con los narcos. Como si no hubiera más que dos sopas. Como si la opción "a" no equivaliera a haberles preguntado ¿Oigan, están ustedes dispuestos a prolongar mi estrategia para que haya otros 60 mil muertos? ¡Ay de aquél que diga que no!
Peña ha dicho que la obligación del Estado es combatir al narco, pero que ahora hay otro tema de mayor prioridad que es la violencia. Es decir, hay que cambiar la estrategia.
Y como Calderón anda buscando que le peguen, Andrés Manuel López Obrador le tomó la palabra. Dijo que continuará la lucha contra el crimen, pero con base en información y no en 'ocurrencias'. Se dio, dijo, un garrotazo al avispero a lo tonto.
Y qué decir de Josefina Vázquez Mota. Hasta ella ofreció “renovar” la actual estrategia. ¿Pues qué esperaba Calderón?
Por último queda por saberse el interés que podría tener EU en golpear la campaña priísta. Tal vez sea exagerado decir que busca cerrarle el paso a Peña Nieto. Pero no deja de ser grande la tentación de ablandar a alguien que podría llegar a la grande con el fin de que acepte condiciones que desde la óptica de Washington debe tener la continuidad de la mal llevada guerra de estos seis años.
Y en eso pareciera que Calderón ayuda, pero con el riesgo de que se les cuele AMLO.
------------------------------------------ ------------------------------------------ ESTE MARTES 29 de mayo: NO TE PIERDAS EL DEBATE: ¿Walton io Fermín? ¿y los regidores, quienes son?. A LAS 2:30 DE LA TARDE en el canal 62 (133 digital) de Cablemas Acapulco. Además, la tercera parte parte de la ENTREVISTA CON CLAUDIA RUIZ MASSSIEU, en Trasfondo informativo TV contactenos para su campaña: trasfondoinf@hotmail.com

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