Durante
la actual administración federal, la política social ha tenido como eje
principal las acciones en favor de los pueblos indígenas para intentar
saldar la deuda social con este sector de la población, que
históricamente se ha considerado como sinónimo de marginación y de
pobreza.
Ante
este panorama, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) instrumentó
una política social sin prejuicios para construir un país más
incluyente, con igualdad de oportunidades y que valore mejor a los
pueblos indígenas.
La
Sedesol, a cargo de Heriberto Félix Guerra, ha trabajado de manera
decidida para que más indígenas puedan vivir mejor, con dignidad y
calidad, como lo demuestra el hecho de que en los últimos cinco años, al
aplicar una agenda a favor de los pueblos indígenas conoce con
precisión donde están las prioridades y retos que enfrenta México
respecto al bienestar e igualdad de oportunidades de este sector.
Mediante
el Programa Oportunidades, apoya a 1.5 millones de familias indígenas
para que mejoren sus capacidades humanas, por lo que hoy 1 millón 350
mil niños y jóvenes indígenas cursan estudios desde primaria hasta
bachillerato con becas educativas.
Asimismo,
a través del Programa de Apoyo Alimentario beneficia a 678 mil 119
familias, de las cuales 87 mil 811 (13 por ciento) habitan en
localidades indígenas.
En
Guerrero se atiende a 21 de los municipios con menor índice de
desarrollo humano en el país, mismos que tienen una población indígena
predominante en los cuales la inversión ha sido de 8 centavos de cada
peso gastado en obras y programas sociales.
Por
otra parte, el Programa de Abasto Rural, a cargo de DICONSA, cuenta con
10 mil 225 tiendas en 932 municipios indígenas, que surten de productos
básicos a las localidades más marginadas, además de garantizar un
ahorro promedio de 20 por ciento.
Además,
el Programa de Estancias Infantiles atiende a 150 mil madres indígenas,
lo que les permite incrementar su participación en las tareas agrícolas
o emprender proyectos productivos que les permitan obtener ingresos.
Finalmente,
el Programa de Desarrollo de Zonas Prioritarias construye obras de
infraestructura básica en los municipios indígenas, en tanto que con el
Programa de Vivienda Rural del Fideicomiso Fondo Nacional de
Habitaciones Populares (Fonhapo), se financian vivienda nueva,
mejoramientos y ampliaciones, en beneficio de alrededor de 31 mil
familias indígenas.
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