— Rogelio Agustín Esteban | Corresponsal
Guillermo Moreno Serrrano, titular de la IX Región Militar,
explicó que en los últimos seis años han desertado 500 soldados
asignados al sector.
Foto: Rogelio Agustín Esteban | Corresponsal
Guerrero • La Comandancia de la IX Región
militar señaló que hay por lo menos siete organizaciones del crimen que
se disputan el control en Guerrero y se apoyan en grupos de
pandillerismo para cuidar sus intereses.
Guillermo Moreno Serrano, comandante de la IX Región Militar, indicó que en la entidad, como en el resto del país, la delincuencia organizada se ha extendido a todo tipo de actividad, abarcando actividades sencillas como derecho de piso hasta la venta de drogas.
En Guerrero el trabajo más fuerte lo tiene la 35 Zona Militar, por la cantidad de sembradíos de amapola y mariguana que existen en la Sierra y Montaña, aunque asegura que no hay región que se escape de la siembra de enervantes; en el puerto de Acapulco, la actividad más fuerte que se tiene es el narcomenudeo.
Cuestionado sobre el número de organizaciones que se disputan el control de las principales ciudades, dijo que son entre siete y ocho, las mismas que se mencionan constantemente en el contexto nacional.
Indicó: “últimamente se maneja y especula mucho, que ahora recurren a pandillas, grupos de tipo pandillas; jóvenes de ambos sexos para atomizarlos y cuidar sus intereses, por medio de tipejos que violentan el quehacer nacional”.
Se le preguntó si el fenómeno es similar al que se vive en algunos puntos de Centroamérica y respondió asentando la cabeza en forma afirmativa.
Reconoció que la pelea es fuerte y constante, ya que el crimen utiliza varias formas para confundir a la autoridad y atemorizar a la población, sin embargo se utilizan todas las herramientas disponibles para ubicar y detener a sus integrantes.
“Sin lugar a dudas esa gente se sabe mover, a nosotros nos han denunciado constantemente grupos armados y vamos a todas, pero los halcones les avisan y se esconden; dejan las armas y huyen, hacen 20 mil cosas porque saben que si los encontramos van a ser mínimo aprehendidos”, anotó.
Desertan 500 militares en seis años
Al menos 500 elementos han desertado de alguna de las instalaciones que el Ejército Nacional tiene en Guerrero; el comandante de la IX Región Militar, Guillermo Moreno Serrano niega que sea por temor a las acciones del crimen organizado.
El jefe militar encabezó en Chilpancingo una reunión con trabajadores de los medios de comunicación de la Región Centro de Guerrero, en donde anunció que en adelante, las fuerzas castrenses mantendrán una mayor interacción para dar a conocer de forma oportuna los resultados de su accionar.
Comentó que de 2006 a la fecha, del cuartel general de Chilpancingo, donde se ubica la 35 zona militar han desertado tres elementos de tropa, 2 dejaron sus puestos en el área de transmisiones y 79 en el 27 batallón de infantería, ubicado en la Costa Grande.
Del 40 batallón de infantería, destacamentado en la Tierra Caliente han desertado 91 soldados; 90 del 41; 87 del 50 - ambos pertenecen a Chilpancingo-, 104 del 93 de Tlapa con sede en Tlapa; 15 del cuartel de fuerzas especiales de Iguala y 2 del Hospital General.
La suma da un total de 508 elementos que abandonaron las filas del Ejército Nacional en los últimos seis años, lo que el comandante de la IX Región Militar señala que no necesariamente se debe al temor que puede generar la actuación del crimen organizado.
El jefe militar justificó el encuentro con los reporteros bajo el argumento de que en adelante, las fuerzas castrenses pondrán particular empeño en que se informe sobre sus acciones.
La intención, es generar la conciencia de que los soldados son ciudadanos comunes, que sufren los mismos problemas que el grueso de la población y que ante el flagelo del crimen organizado guardan el mismo interés de combatirlo.
“Somos gente que tenemos esposas e hijos que andan indefensos, andan en la calle y traen sus vehículos, también tememos que sean víctimas de esos violentos, asesinos y cobardes”, anotó.
Indicó que la milicia es una institución con historia, preparación y voluntad para encarar “a los asesinos que todavía temen al Ejército Mexicano, porque no lo encaran y no lo enfrentan; sí agreden y sí emboscan, pero cuando los detectamos huyen”.
“Nosotros somos ley, somos autoridad y no asesinos; mientras nos disparan lo hacemos, en el momento en que nos dejan de disparar nosotros paramos, son más los heridos y los detenidos que los muertos”.
Reconoció que hay errores que se han cometido de manera unilateral, pero aseguró que nunca se permite que queden impunes, mucho menos cuando algún soldado y oficial actúa con prepotencia, incurre o permite acciones deshonestas.
Guillermo Moreno Serrano, comandante de la IX Región Militar, indicó que en la entidad, como en el resto del país, la delincuencia organizada se ha extendido a todo tipo de actividad, abarcando actividades sencillas como derecho de piso hasta la venta de drogas.
En Guerrero el trabajo más fuerte lo tiene la 35 Zona Militar, por la cantidad de sembradíos de amapola y mariguana que existen en la Sierra y Montaña, aunque asegura que no hay región que se escape de la siembra de enervantes; en el puerto de Acapulco, la actividad más fuerte que se tiene es el narcomenudeo.
Cuestionado sobre el número de organizaciones que se disputan el control de las principales ciudades, dijo que son entre siete y ocho, las mismas que se mencionan constantemente en el contexto nacional.
Indicó: “últimamente se maneja y especula mucho, que ahora recurren a pandillas, grupos de tipo pandillas; jóvenes de ambos sexos para atomizarlos y cuidar sus intereses, por medio de tipejos que violentan el quehacer nacional”.
Se le preguntó si el fenómeno es similar al que se vive en algunos puntos de Centroamérica y respondió asentando la cabeza en forma afirmativa.
Reconoció que la pelea es fuerte y constante, ya que el crimen utiliza varias formas para confundir a la autoridad y atemorizar a la población, sin embargo se utilizan todas las herramientas disponibles para ubicar y detener a sus integrantes.
“Sin lugar a dudas esa gente se sabe mover, a nosotros nos han denunciado constantemente grupos armados y vamos a todas, pero los halcones les avisan y se esconden; dejan las armas y huyen, hacen 20 mil cosas porque saben que si los encontramos van a ser mínimo aprehendidos”, anotó.
Desertan 500 militares en seis años
Al menos 500 elementos han desertado de alguna de las instalaciones que el Ejército Nacional tiene en Guerrero; el comandante de la IX Región Militar, Guillermo Moreno Serrano niega que sea por temor a las acciones del crimen organizado.
El jefe militar encabezó en Chilpancingo una reunión con trabajadores de los medios de comunicación de la Región Centro de Guerrero, en donde anunció que en adelante, las fuerzas castrenses mantendrán una mayor interacción para dar a conocer de forma oportuna los resultados de su accionar.
Comentó que de 2006 a la fecha, del cuartel general de Chilpancingo, donde se ubica la 35 zona militar han desertado tres elementos de tropa, 2 dejaron sus puestos en el área de transmisiones y 79 en el 27 batallón de infantería, ubicado en la Costa Grande.
Del 40 batallón de infantería, destacamentado en la Tierra Caliente han desertado 91 soldados; 90 del 41; 87 del 50 - ambos pertenecen a Chilpancingo-, 104 del 93 de Tlapa con sede en Tlapa; 15 del cuartel de fuerzas especiales de Iguala y 2 del Hospital General.
La suma da un total de 508 elementos que abandonaron las filas del Ejército Nacional en los últimos seis años, lo que el comandante de la IX Región Militar señala que no necesariamente se debe al temor que puede generar la actuación del crimen organizado.
El jefe militar justificó el encuentro con los reporteros bajo el argumento de que en adelante, las fuerzas castrenses pondrán particular empeño en que se informe sobre sus acciones.
La intención, es generar la conciencia de que los soldados son ciudadanos comunes, que sufren los mismos problemas que el grueso de la población y que ante el flagelo del crimen organizado guardan el mismo interés de combatirlo.
“Somos gente que tenemos esposas e hijos que andan indefensos, andan en la calle y traen sus vehículos, también tememos que sean víctimas de esos violentos, asesinos y cobardes”, anotó.
Indicó que la milicia es una institución con historia, preparación y voluntad para encarar “a los asesinos que todavía temen al Ejército Mexicano, porque no lo encaran y no lo enfrentan; sí agreden y sí emboscan, pero cuando los detectamos huyen”.
“Nosotros somos ley, somos autoridad y no asesinos; mientras nos disparan lo hacemos, en el momento en que nos dejan de disparar nosotros paramos, son más los heridos y los detenidos que los muertos”.
Reconoció que hay errores que se han cometido de manera unilateral, pero aseguró que nunca se permite que queden impunes, mucho menos cuando algún soldado y oficial actúa con prepotencia, incurre o permite acciones deshonestas.
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