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Luis Walton, acusado de Peculado:

Conspiraciones

hizo perdedizos 100 millones de pesos


Por Jorge Romero Rendón

Unas 200 obras públicas edificadas en el último trimestre del 2012 a cargo del ayuntamiento de Acapulco, fueron terminadas y entregadas en tiempo y forma por diversas empresas constructoras que, sin embargo, se toparon con que el alcalde Luis Walton Aburto se niega a pagarlas porque las considera “herencia maldita” del anterior gobierno municipal priista.

El costo de las obras en conjunto equivale a 100 millones de pesos, y tanto el presupuesto como la construcción formaron parte del Plan de Obras 2012 aprobado por el Cabildo acapulqueño hace un año, y fueron avaladas previamente por los vecinos beneficiarios, por los comisarios municipales, así como por los comités respectivos.

De acuerdo con la ley, las obras fueron puestas a concurso y las empresas ganadoras recibieron los anticipos requeridos (equivalentes al 30% del costo total), por lo que hicieron las construcciones del caso, las terminaron y entregaron. Todas llevan en su expediente técnico la firma de recibido a satisfacción por los vecinos.

Pero… la sorpresa de los constructores fue mayúscula cuando fueron convocados hace unos días por Walton, quien les dijo simplemente que NO les pagará y que a ver si el próximo alcalde les paga en el 2018, porque él no lo hará “porque no tiene dinero”.

Lo malo es que Walton sí tenía el dinero para pagar esas obras (e incluso varias las ha inaugurado como propias con bombo y platillo) porque ya estaban programadas y los recursos estaban etiquetados, eran parte de la Ley de Egresos 2012 del ayuntamiento.

Por lo que, al negarse a pagarlas, el alcalde naranja incurre en desvío de recursos, cometiendo el posible delito de Peculado, que es la base de la denuncia que le harán los constructores, quienes pedirán juicio político contra Walton, y que la Auditoría General del Estado informe de qué manera comprobará este los 100 millones de pesos que les adeuda en la Cuenta Pública del 2012 próxima a entregarse.

Para que vea cómo los odios personales y la falta de oficio político meten cada vez en más problemas a un alcalde que no sabe gobernar, y al que cada vez se le hace más bolas el engrudo…

De nada sirven protestas: Reforma Educativa hasta 2014...
     Una vez fijada la agenda para discutir la ley reglamentaria de la Reforma Educativa para fines de este año o inicio del 2014 en la Cámara de Diputados, nada justifica que la CETEG pretenda adelantar su paro indefinido de labores en escuelas y oficinas, ni que los normalistas de escuelas públicas pierdan el semestre por seguir un plan de protestas que están por completo fuera de tiempo, y del que nadie les va a hacer caso.

     Tal como se lo cité a usted el viernes pasado, el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, el perredista Jorge de la Vega anunció que la discusión de la Ley General de Educación, que aterrizará la Reforma Educativa (que ya es Constitucional porque la ha aprobado la mayoría de los congresos locales de los estados del país), se llevará a cabo entre septiembre de este año y febrero del próximo, previa consulta nacional con todos los sectores afectados.

     De esa forma, los legisladores federales enfriaron el tema que ya había dado lugar a múltiples protestas desde enero a la fecha, por dos razones:

     Primero, para que nadie se vaya con la finta, pues las modificaciones a la ley no serán impuestas autoritariamente, sino que serán consensadas con el magisterio (SNTE y CNTE), con partidos políticos, especialistas, académicos e investigadores, e incluso con padres de familia. Para que sea una ley justa pero que refleje una corresponsabilidad entre todos los sectores y que haga posible un verdadero avance educativo de calidad en México.

     Y segundo, porque se trata de que cada sector implicado en la Reforma tenga también tiempo de plantear sus propuestas con calma, y no solo para llevar posturas reactivas de lo que no se quiere. Porque en negativo no se avanza, solo con propuestas claras y viables.

     En ese contexto, lo mejor que pueden hacer los dirigentes de la CETEG y los normalistas que tan machos están para cerrar escuelas pero no para proponer ideas para mejorar la calidad educativa, es estarse quietos, dejarse de patrañas y de payasadas porque no es este el momento ni la forma de afrontar los cambios.

     Lo que deberían hacer cetegistas y normalistas es seguir las razonables sugerencias que respetuosamente les ha hecho la secretaria de Educación Guerrero, Silvia Romero Suárez: cancelar paros y protestas unos, y volver a clases los otros. Y que cada sector organice a sus anchas los foros de discusión necesarios para participar en las mesas de diálogo que abrirá la Cámara de Diputados en el segundo semestre del año, para que la nueva Ley General de Educación refleje sus inquietudes y necesidades, pero también las de la sociedad.

     La Reforma Educativa NO se definirá en las calles, ni las presiones callejeras influirán en los diputados federales, como aclaró el coordinador de la bancada priista, Manlio Fabio Beltrones.

     De modo que ante las circunstancias, las protestas que sigan por parte de cetegistas y normalistas sólo pondrán en evidencia la búsqueda de prebendas imposibles para sus dirigentes, que nada tienen que ver con la Reforma, y que de tan regresivas resultan absurdas.

     Así es que, por favor, ya regrésense a trabajar y a estudiar… ¿O ni eso pueden?

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