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¿Por qué da mal servicio el IMSS Guerrero?



TRASFONDO

Por JULIO ZENON FLORES
En el artículo anterior decíamos que el IMSS Guerrero necesita una buena sacudida administrativa y en verdad que la necesita, para mejorar el servicio al derechohabiente, aunque también es necesario aclarar que no todo está podrido en Dinamarca, que hay gente que saca bien su trabajo y de buen modo.
El trasfondo del mal servicio en el IMSS está en la inconformidad de la mayoría del personal que ahí labora y que se refleja en el trato dado al paciente. Inconformidad, por ejemplo, porque los médicos familiares no tiene ni tinta para imprimir sus recetas y algunos de ellos ya empezaron a rellenar los cartuchos de sus propios recursos.
Inconformidad porque están viendo una serie de contrataciones recientes, (que se estaráin gastando el presupuesto que era para otros menesteres) supuestamente gente que no sabe nada del Instituto y que ocupan puestos hasta de asesores del delegado José Luis Ávila, así como un número no determinado de jovencitas que deambulan por los pasillos, con batas de servicios generales, haciendo como que barren o limpian los baños.
Inconformidad porque dicen que el cuadro básico de medicamentos no les permite tratar adecuadamente a los pacientes, además de la baja calidad en las sustancias que por las altas dosis –para que haga efecto-, terminan por dañar el riñón del paciente, para lo cual existe una clínica cerca de la plaza Galerías Acapulco, a donde se remite,  como servicio subrogado, al afectado para su dialización. Ah, y porque aunque sí “les bota” cuando no hay algún medicamento, también se da el caso en que no tienen con qué sustituirlo.
Comentan también que hace mucho no se le da servicio a los aires acondicionados y que eso lo convierte en un peligroso reservorio de bacterias, que también afecta a los médicos. Y porque falta seguridad interior al grado de que se han perdido instrumentos médicos, han golpeado a empleados y hasta han sacado a alguno de su propio lugar de trabajo.
Son solo algunas inconformidad que han sido captadas por el autor de esta columna y, aunque hay que reconocer que el delegado José Luis Ávila Sánchez, si ha dado muestras de intención de mejorar en algunos aspectos, como fue el poner sillas en las farmacias y un dispensador de fichas para no estar ahí de pie haciendo fila, también es cierto que falta continuidad a esas acciones positivas, frente a los añosos empleados, que no todos, que buscan la manera de trabajar menos.
Al delegado se le ayuda más diciendo abiertamente las críticas, subiendo a redes sociales las fallas, exhibiendo a los malos servidores como al déspota gastroenterólogo Fernando Díaz, o al mal trabajador en la farmacia del Vicente Guerrero, que creo que todos los derechohabientes debiéramos llevar un celular con cámara y convertirnos en vigilantes del buen servicio en el IMSS y denunciar cualquier irregularidad.

  trasfondoinf@hotmail.com

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