Rios Piter, Walton y Acapulco

TRASFONDO

Por JULIO ZENON FLORES**

El PRD, por ser el partido mayoritario de la izquierda, tiene en sus manos la decisión de si se construye una amplia alianza para asegurar el triunfo en la elección de gobernador que comienza dentro de tres meses, o se arriesga a buscar una victoria solo con el PAN como aliado, frente a dos candidatos más de la izquierda (MC y Morena) y uno, muy peligroso, del PRI.

Esa decisión, como lo hemos dicho antes, tendrá una repercusión directa en lo que ocurra con la elección de alcalde en Acapulco.

El algoritmo de las alianzas y equilibrios apunta en el sentido de que, sea Walton o sea Ríos Piter el candidato a gobernador de la izquierda, el abanderado a la alcaldía porteña sería el hijo del gobernador. Esto porque tanto Walton como el Jaguar, han comprometido su apoyo al diputado local Angel Aguirre Herrera.

Pero como toda fórmula matemática, tiene sus bemoles a la hora de aplicarlo a la política real. Para tomar una decisión definitiva en cuanto al candidato de la izquierda en este municipio se deben de analizar tres puntos:

1.- La historia de Acapulco muestra que los gobernadores ya no pueden imponer alcaldes. Recuérdese el caso de Ernesto Rodríguez Escalona y de Gloria Sierra, ambos apoyados con todo desde las gubernaturas de René Juárez y de Zeferino Torreblanca, respectivamente.

2.- Los electores que confían su sufragio a las izquierdas son gente informada y no fácilmente manipulable y, cuando las izquierdas lo han tomado como cheque en blanco e intentaron heredar los cargos a familiares, han ido directo a la derrota. Ahí están los casos de Tlaxcala, donde la izquierda casi desaparece del mapa electoral y Zacatecas, entre otros.

3.- De los dos aspirantes principales del PRD, que esperan ser nominados para esa alcaldía, el hijo del gobernador es el más débil: ha sido mal legislador, no hilvana un discurso coherente, no tiene tablas, y su presencia es la de un junior con la papa en la boca, que además usa recursos públicos, según varias denuncias, para, por ejemplo divertirse o transportarse (Recuerden la denuncia de Zeferino Torreblanca, sobre el uso indebido del helicóptero estatal) y que no ha levantado. No ha hecho clic con la masa.

Si esos tres puntos no son tomados en cuenta, se corre el riesgo de creer tonta a la masa de votantes y morir en el error. Lo peor sería insistir en imponer a este joven diputado, sólo por ser hijo de quien es y dejar de lado a dos personajes que pueden ser candidatos muy competitivos: Evodio Velázquez Aguirre y Víctor Jorrín Lozano.

Imponerlo a pesar de todo, daría al PRI una oportunidad de oro para recuperar Acapulco. En primer lugar porque tiene personajes que están más o menos bien posicionado, como Fermín Alvarado, Julieta Fernández o Rodolfo Escobar y en segundo lugar, porque también puede llevar de abanderado al perredista, Evodio, que ya hizo todo lo que está de su parte para ganarse la simpatía de la gente, tejió las alianzas necesarias, y que tiene mucha mayor preparación que el hijo del gobernador y que al quedar marginado, podría ganar por las siglas del tricolor, al sumar su estructura, que no es despreciable, a la maquinaria priista.

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