TRASFONDO
Por Julio Zenón Flores
Yo tenía diez aspirantes (a gobernador) de los diez que yo tenía, uno se cayó en la nieve, ya nomás me quedan nueve, nueve, nueve, de los nueve que tenía, uno perdió por pinocho, ya nomás me quedan ocho, ocho, ocho…
Pues bien, en realidad el panorama se movió en el estado, a partir del crimen cometido contra normalistas en Iguala, mientras que la designación de un ciudadano apartidista, al frente de la gubernatura del estado, le da una vuelta de tuerca más al cambio de escenario.
Los primeros afectados, que difícilmente pueden ya buscar esa candidatura para gobernador, son los cercanos al alcalde Iguala, José Luis Abarca, señalado de asesino y de nexos con el crimen organizado, pues no habrá manera de explicar al electorado que no se enteraron de las actividades de ese personaje con quien no sólo convivían en lo público, sino también en lo privado. En este escenario están Lázaro Mazón Alonso, de Morena, y Sebastián de la Rosa Peláez, del PRD, de la corriente Nueva Izquierda, que por cierto enfrenta hoy a nivel nacional el embate de otras corrientes que piden la renuncia del presidente nacional del partido, Carlos Navarrete Ruiz.
Difícilmente, si son sensatos, lograrán cuajar una candidatura con posibilidades de triunfo, aunque no es imposible. Una estrategia de manejo de crisis y una adecuada comunicación política, si es que estuvieran limpios, les permitiría reposicionarse, pero para efectos prácticos, hoy están en un escenario adverso.
Los segundos afectados son los del gabinete aguirrista, que fue exhibido como omiso y negligente, y que en mucho dependían del apoyo del jefe del clan, ahora gobernador con licencia Ángel Aguirre Rivero: en ese caso está Víctor Aguirre Alcaide, Beatriz Mojica Morga y Alberto López Rosas. De los tres considero que la única que sería capaz de reposicionarse es Mojica Morga, debido a que su corriente Nueva Mayoría, mostró una abierta confrontación con el gobernador y su grupo por sus actitudes de avasallamiento del partido.
Un tercer grupo de afectados son los familiares, como su hijo Ángel Aguirre Rivero, cuyo nombre difícilmente se podría colocar en una boleta electoral, por vergüenza, por dignidad y por ética política y su esposa, Laura del Rocío Herrera y sus más leales compañeros de grupo, como el senador Sofío Ramírez.
De esa manera, entre Guerrero y Acapulco, quedan pocos a salvo, uno de ellos que se mantuvo al margen es el senador Armando Ríos Piter, quien pese a todo, medido por las encuestas más recientes, se mantuvo en el ánimo de la gente, sin que eso signifique que el PRD mantenga las preferencias que traía, por lo cual aunque al parecer Ríos Piter sería el más probable candidato del PRD, sería ahora con un partido tocado de muerte, debilitado y que necesitará de los otros partidos de la izquierda para tener alguna oportunidad.
Los aspirantes priistas no fueron tocados directamente por la tragedia de Iguala, pero igualmente tendrán que resultar afectados, pues la sociedad vio a una clase partidista que, pese a conocerse sus vínculos poco santos, se protegen entre sí, lo que sin duda llevará a voltear hacia personajes fuera del ámbito partidista. Esto significa que, tanto para el PRI como para el PRD, sería mejor buscar candidatos ciudadanos, con la idea de que si alguno los presenta y otros no, la competencia será desigual.
Otro elemento a considerar es que al perder consistencia Lázaro Mazón, quien podría ir, al menos en alianza de facto, con Morena es Luis Walton, lo que eleva el precio del partido MC para integrarlo a una alianza con el PRD y pone sobre la mesa la posibilidad, elevada, de que la izquierda lleve al menos dos candidatos, lo que implica división y por ende el fortalecimiento de las posibilidades de triunfo del PRI.
LA CHICA RALEIGH, la mejor novela de los últimos tiempos, de un autor acapulqueño. ADQUIERELA YA en puestos de revistas o pídela a zenon71@hotmail.com
Por Julio Zenón Flores
Yo tenía diez aspirantes (a gobernador) de los diez que yo tenía, uno se cayó en la nieve, ya nomás me quedan nueve, nueve, nueve, de los nueve que tenía, uno perdió por pinocho, ya nomás me quedan ocho, ocho, ocho…
Pues bien, en realidad el panorama se movió en el estado, a partir del crimen cometido contra normalistas en Iguala, mientras que la designación de un ciudadano apartidista, al frente de la gubernatura del estado, le da una vuelta de tuerca más al cambio de escenario.
Los primeros afectados, que difícilmente pueden ya buscar esa candidatura para gobernador, son los cercanos al alcalde Iguala, José Luis Abarca, señalado de asesino y de nexos con el crimen organizado, pues no habrá manera de explicar al electorado que no se enteraron de las actividades de ese personaje con quien no sólo convivían en lo público, sino también en lo privado. En este escenario están Lázaro Mazón Alonso, de Morena, y Sebastián de la Rosa Peláez, del PRD, de la corriente Nueva Izquierda, que por cierto enfrenta hoy a nivel nacional el embate de otras corrientes que piden la renuncia del presidente nacional del partido, Carlos Navarrete Ruiz.
Difícilmente, si son sensatos, lograrán cuajar una candidatura con posibilidades de triunfo, aunque no es imposible. Una estrategia de manejo de crisis y una adecuada comunicación política, si es que estuvieran limpios, les permitiría reposicionarse, pero para efectos prácticos, hoy están en un escenario adverso.
Los segundos afectados son los del gabinete aguirrista, que fue exhibido como omiso y negligente, y que en mucho dependían del apoyo del jefe del clan, ahora gobernador con licencia Ángel Aguirre Rivero: en ese caso está Víctor Aguirre Alcaide, Beatriz Mojica Morga y Alberto López Rosas. De los tres considero que la única que sería capaz de reposicionarse es Mojica Morga, debido a que su corriente Nueva Mayoría, mostró una abierta confrontación con el gobernador y su grupo por sus actitudes de avasallamiento del partido.
Un tercer grupo de afectados son los familiares, como su hijo Ángel Aguirre Rivero, cuyo nombre difícilmente se podría colocar en una boleta electoral, por vergüenza, por dignidad y por ética política y su esposa, Laura del Rocío Herrera y sus más leales compañeros de grupo, como el senador Sofío Ramírez.
De esa manera, entre Guerrero y Acapulco, quedan pocos a salvo, uno de ellos que se mantuvo al margen es el senador Armando Ríos Piter, quien pese a todo, medido por las encuestas más recientes, se mantuvo en el ánimo de la gente, sin que eso signifique que el PRD mantenga las preferencias que traía, por lo cual aunque al parecer Ríos Piter sería el más probable candidato del PRD, sería ahora con un partido tocado de muerte, debilitado y que necesitará de los otros partidos de la izquierda para tener alguna oportunidad.
Los aspirantes priistas no fueron tocados directamente por la tragedia de Iguala, pero igualmente tendrán que resultar afectados, pues la sociedad vio a una clase partidista que, pese a conocerse sus vínculos poco santos, se protegen entre sí, lo que sin duda llevará a voltear hacia personajes fuera del ámbito partidista. Esto significa que, tanto para el PRI como para el PRD, sería mejor buscar candidatos ciudadanos, con la idea de que si alguno los presenta y otros no, la competencia será desigual.
Otro elemento a considerar es que al perder consistencia Lázaro Mazón, quien podría ir, al menos en alianza de facto, con Morena es Luis Walton, lo que eleva el precio del partido MC para integrarlo a una alianza con el PRD y pone sobre la mesa la posibilidad, elevada, de que la izquierda lleve al menos dos candidatos, lo que implica división y por ende el fortalecimiento de las posibilidades de triunfo del PRI.
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