TRASFONDO
Julio Zenón Flores
Una vez que todo indica que el gobernador Ángel Aguirre
Rivero ha decidido quedarse al frente del gobierno, por las razones que sean,
en vez de atender las sugerencias de quienes decíamos que lo mejor para él,
para su partido y para Guerrero, era que pidiera licencia y saliera con la
frente en alto, se configura un panorama nada alentador para esta entidad del
sur mexicano.
Si es cierta la versión de que a los tres días de que
ocurriera la masacre de Iguala, el mandatario hizo saber al presidente, como es
el estilo en la vieja clase política en la que él se formó, que si se lo pedían
él pondría su renuncia de inmediato y que el presidente Enrique Peña Nieto
respondió que no se podía ir así, sin antes investigar, y ahora el jefe de la
Nación dice que la salida de Aguirre es un asunto que debe decidirse en
Guerrero, eso significa que la federación tiene la intención que el de Ometepec
se cueza en su propio jugo, en el pequeño infierno en que se convirtió el
estado.
De aquí en adelante tendremos a un gobernador acotado, que
no es escuchado por los movimientos sociales y al cual el presidente de la república
no le toma ni la llamada, es decir, solo, con puertas cerradas en donde se gestionan
los recursos, por lo tanto un gobernador con escasos recursos. Esa perspectiva
pudo haber sido el motivo que orillara a la quema de archivos de becarios y
programas sociales del Guerrero Cumple, para lo cual simplemente ya no habrá
dinero, pero la carencia se podría ocultar en la falta de datos de los
beneficiarios.
Junto a ello, con esa falta de recursos para cooptar, dar
dádivas, que era la forma más recurrente de ejercer el gobierno por parte del
gabinete aguirrista, se tendrá que enfrentar un estado en llamas, reclamando
justicia por los asesinados y que presenten vivos a los desaparecidos, demanda
que atraerá al estado no solo a los normalistas de siete estados del país y a
los beligerantes docentes de Oaxaca y Michoacán, que ya están aquí, sino además
a los grupos armados, especialmente el EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO
INSURGENTE (ERPI) que es una agrupación con importante base social en al menos
tres regiones del estado y que ya han prometido combatir al “gobernador
asesino”, así como el EPR, las FARP y otras brigadas revolucionarias más
pequeñas que existen en la entidad.
Hay que imaginar un estado convulsionado por movilizaciones,
tomas de casetas, de carreteras, de ayuntamientos, de hoteles, de aeropuertos,
paros de escuelas, hostigamientos a objetivos económicos y a los ¿diez? carteles
que se dice existen en Guerrero. La de por sí frágil economía se verá
seriamente afectada, sin duda, en especial el turismo, el comercio y el
transporte.
¿Cómo gobernar? Y cómo, en ese escenario, ser protagonista
en una elección donde se quiere hacer ganar de nuevo al PRD y al mismo tiempo
mantener la candidatura de su hijo a la alcaldía de Acapulco.
Se ve caótico, difícil, pero no hay que olvidar que Aguirre
es un viejo lobo de la política y algo se le ocurrirá para salir adelante… si
el poder presidencial se lo permite y de eso hablaremos en la próxima entrega
junto con cómo se movieron los escenarios para los aspirantes a los cargos en
la elección que viene.
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?