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DANZAS PARA REVUELTAS, POR LOS CIEN AÑOS DEL ESCRITOR EN ACAPULCO

La coreografía especial sobre la obra de José Revueltas forma parte del programa del homenaje nacional José Revueltas por sus cien años de nacimiento.

Antecedentes

Con motivo del centenario de su nacimiento, surge esta serie de danzas para homenajear a este artista del cual no se puede hablar sin su marcada posición política. Se toma como motivo y tema central la “Carta abierta a los estudiantes presos” con motivo de la masacre de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968.

Hacia él y todos los combatientes por las causas justas de todos los tiempos se dedica esta obra.


Orden del programa
1. La carta
2. La emboscada
3. Los caídos
4. La esperanza

El elenco está compuesto por estudiantes del diplomado de danza que realizó la Secretaría de Cultura de Guerrero de junio a noviembre además de creadores escénicos independientes.

Duración de la obra: 1 hora aproximadamente

Idea, guion, dirección y coreografía: Serafín Aponte

SEMBLANZA SERAFÍN APONTE


Lic. Serafín Aponte (Bailarín, docente y coreógrafo guerrerense. Desde la década de los ochentas destaca en la danza contemporánea mexicana. Es Licenciado en Educación Artística en el área de danza del INBA. Miembro fundador de Barro Rojo y de su propia compañía. Recibe varios reconocimientos y premios por su trabajo artístico y docente. Imparte clases en la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del INBA en el Centro Nacional de las Artes desde 1984 a la actualidad. facilitador de Biodanza por la International  Biocentric  Foundation Ha viajado por Latinoamérica, Europa, Estados Unidos y Canadá. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA (2001-2007)).

Serafín Aponte se asume como un terco. Para muchos será un defecto, para él ha sido una virtud, ya que eso le ha permitido sobrevivir durante 33 años en el mundo cultural mexicano ejerciendo su mayor pasión: la danza. No hay duda que es uno de los más innovadores que ha registrado la historia de la danza en nuestro país, pues además de su intensa, fuerte y apasionante interpretación en el escenario, ha generado un lenguaje contemporáneo comprometido con su espíritu y con la sociedad.
Aponte se inició en la danza a los 11 años de edad. El estado de Guerrero fue testigo de sus inicios en  el género folclórico, que después cambió por el contemporáneo. Desde entonces,  su andar por este oficio fue más intenso. En 1993, a partir de la creación de la obra Retrato de Inocencio X, profundiza su búsqueda coreográfica personal, además de desarrollar una nueva faceta como solista interpretando obras de su creación y de otros coreógrafos.
En la danza contemporánea, Serafín encontró el medio idóneo para expresar sus inquietudes, tanto individuales, como sociales, culturales, políticas, etcétera.  A los 17 años se dedicó por completo a este género. Su estilo está muy definido, el cual está marcado por su paso en la Compañía Barro Rojo, del cual fue miembro fundador y director (hay que recordar que esta agrupación siempre ha generado una danza social, es decir, comprometida con el acontecer diario y detonador del despertar de la conciencia). Permaneció en esta agrupación por 12 años como bailarín y coreógrafo, además de ser director artístico de 1989 a 1994.
Aponte siempre ha mantenido esos ideales, aunque en los últimos años fue buscando su propio terreno estético dentro de su propia Compañía: Serafín Aponte Danza. Como artista necesitaba evolucionar, así que comenzó a abordar temas más íntimos, personales e introspectivos que lo vinculan con la vida. Con su danza desea manifestar esas preguntas existenciales que uno se hace como ser humano. Crear una danza se ha vuelto mucho más interior.
Serafín Aponte ha tenido la oportunidad de compartir su experiencia con las nuevas generaciones. Tiene toda la autoridad para dar algún consejo.  Siempre les ha dicho a los jóvenes que la danza es un conocimiento interminable, pues cada día se descubre nuevas formas de expresión.
Por su desempeño como coreógrafo, ha recibido la beca de jóvenes creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en 1992, la beca del Programa de Residencias México-Estados Unidos-Canadá (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y National Edowment of the Arts) en 1996 (Nueva York), así como diversos apoyos del Instituto Nacional de Bellas Artes para la realización de sus obras.

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