TRASFONDO
Por Julio Zenón flores
No debe quedar duda de que el senador Armando Ríos Piter sí
va a participar en las elecciones de gobernador de junio del presente en
Guerrero.
Su protagonismo en la entidad y fuera de ella así lo indica.
Hace apenas dos tres días se le vio saliendo de las oficinas de Miguel Osorio
Chong, titular de la Secretaría de Gobernación en la ciudad de México, lugar
donde, tampoco debe quedar duda, se toman las decisiones políticas.
Puede participar siendo candidato de alguno de los dos
partidos que habrán de protagonizar una lucha cuerpo a cuerpo por la silla de
la otrora Casa Guerrero y hoy convertida en la casa de Cultura y de Paz, Elena
Poniatowska: PRI o PRD, o puede no ser candidato de ninguno de los dos y sin
embargo, puede ser quien ayude a definir al ganador.
Primero se descartó por el PRD, luego se descartó por el
PRI, el Morena lo descartó a él desde un principio al llamarlo “achichincle de
Peña Nieto”, pero la gente, aunque su popularidad tuvo una caída estrepitosa de
44 a 22 puntos porcentuales, luego de lo ocurrido en Iguala a los estudiantes
de la normal rural de Ayotzinapa, no lo ha descartado. Tampoco su tribu
Movimiento Jaguar, que sigue en acción.
Y es que las diferencias son tan escasas, según diversas
encuestas, entre el PRI y el PRD, que un pequeño aporte a favor o un pequeño
movimiento en contra, puede inclinar la balanza en un sentido o en otro.
La encuesta realizada el 14 de enero por Varela y Asociados,
por ejemplo, pone al PRI con 26 puntos de preferencia electoral, con apenas 5
puntos de ventaja sobre el PRD que tiene 21 puntos, pero si el partido del sol
azteca sumara a Movimiento Ciudadano y el PT, los cartones se equilibran.
En tanto, otra encuesta de enero, esta de Consultora
Mitofsky, coloca como favorito a Manuel Añorve del PRI, seguido muy de cerca
por Luis Walton, por las izquierdas, siguiendo en ese orden Héctor Astudillo y
Beatriz Mojica.
Los fríos números nos dicen que los partidos PRI y PRD están
muy cercanos uno del otro y que el resultado dependerá tanto de quien sea
candidato como de los factores complementarios, como los conflictos internos.
Como se ve, quien mueve a las fuerzas políticas locales de
la llamada izquierda en Guerrero, es el ex gobernador Angel Aguirre y éste
tiene una cuenta pendiente con el senador Armando Ríos Piter, pues fue el ex
mandatario quien descarriló tanto al PRD como al propio Jaguar, de tal modo que
si el senador felino sigue en actividad, tratando de recomponer a su partido y
de rescatarlo de las fuerzas que por puros intereses de grupo lo marginaron,
terminará afectando aún más al propio partido del sol azteca y facilitando el
triunfo del tricolor.
A menos, por supuesto, que la dirigencia nacional
perredista, es decir, “Los Chuchos”, impidan que Aguirre se imponga y designen,
conforme a sus estatutos, al propio senador como candidato y en ese caso, el
PRI estaría en mayores posibilidades de perder.
Mientras no se den los registros todo puede suceder. Tanto
que en Guerrero la convención perredista designe a un candidato que luego sea
sustituido por el comité nacional, por Ríos Piter, como que el PRI registre a
un precandidato de unidad, que luego sea sustituido desde le nacional por el
rector Javier Saldaña.
Mientras tanto, Walton y Añorve, aparecen en la recta final.
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