TRASFONDO
Por Julio Zenón Flores
No es descabellada la idea que vino a plantear a Guerrero el
diputado federal Fernando Belanzaurán, acerca de una declinación de los
aspirantes a gobernador Luis Walton Aburto, del partido Movimiento Ciudadano y
Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, de Morena, para dar paso a un
fortalecimiento de la izquierda, en torno a la candidata del PRD, Beatriz
Mojica Morga.
Esa sería una medida inteligente y mostraría el nivel de
compromiso social de los abanderados de MC y Morena, para dar la batalla al
candidato del PRI, Héctor Astudillo Flores, cuyo nivel de posicionamiento entre
el electorado ha crecido de tal manera que no se ve como la izquierda pueda
revertirlo, si continúa dividida como hasta ahora.
Las campañas, a más de un mes de transcurridas, han dejado
en claro quién es quien, por si no confiaban en las encuestas realizadas por
las casas especializadas en ese tipo de ejercicios demotécnicos.
La realidad, decían algunos teóricos nunca es triste, lo que
no tiene es remedio y basta con revisar la bitácora de campaña de los tres
candidatos de la izquierda, para comprender que Pablo Amilcar no ha prendido
entre la gente, que ha tenido que realizar eventos rodeado apenas de su equipo
de campaña y dos o tres pobladores, mientras que Walton ha mostrado su
debilidad en los municipios más importantes de la entidad y sobre todo, si algo
hacía falta, que sus principales operadores políticos con trabajo popular, lo
han dejado solo.
La salida de las filas naranjas de David Jaimes Benítez,
coordinador estatal de Elecciones y de estructura territorial, es equivalente a
que en una guerra el general más importante se pase al bando contrario. Y a eso
hay que sumarle la salida del ex regidor Daniel Cahua, también procurador
vecinal de la presente administración en Acapulco, con gran influencia en
Puerto Marqués, El Coloso y Colosio, de alta densidad electoral. Ambas
deserciones, el primero hacia el PRI y el segundo al PRD, dejan en la orfandad
al candidato Luis Walton y entre los analistas políticos corre la idea de que
el abanderado naranja pudiera hundirse entre un cuarto y quinto lugar de la
tabla de posiciones, después del PRI, PAN, PRD, PVEM y Morena, lo cual sería
desastroso para ese partido y su intención de mantener el registro y aumentar
su peso electoral.
La declinación, salvaría el aspecto moral y político tanto
de Morena como de MC, lo cual en última instancia también le podría servir para
recuperar votos, mediante un acuerdo de voto cruzado, ya que los sufragios que
MC y Morena necesitan para mantener su registro no dependen de sus abanderados
a la gubernatura, sino de los votos que capten los candidatos a diputados.
Junto al hecho de lavar la cara de ambos políticos en caída
electoral, la declinación abriría la posibilidad de fortalecer la idea
planteada por Beatriz Mojica, la candidata del PRD, de un cambio generacional
que urge en Guerrero.
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