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Histórica boda gay en Acapulco


Finalmente, en medio de una controversia no resulta, sin que el código civil de Guerrero se hubiera reformado, luego de protestas afuera del Congreso por parte de quienes creen que debe preservarse el matrimonio con fines reproductivos de la especie y, con una confrontación entre el presidente municipal de Acapulco, Luis Uruñuela Fey, que ordenó a los oficiales del registro civil no realizar ese tipo de actos hasta que fueran legales y el gobernador del estado Rogelio Ortega Martínez, que los considera legales en base a una resolución de la SCJN, ayer se casaron en una playa de este puerto 20 parejas de ellas y de ellos, en lo que llamaron “matrimonios igualitarios”.



Por Eduardo Flores Salado

Veinte sueños, veinte ilusiones, veinte luchas triunfaron la tarde de este viernes con la primera unión de matrimonio gay de 20 parejas homosexuales que se dieron el “sí, acepto” sobre la franja de arena de playa Dominguillo.
Alrededor de las 18:00 horas, las parejas de 15 lesbianas y cinco gays  tomaron su lugar debajo de una carpa blanca que fue instalada sobre la fina arena de ese balneario tradicional –conocido por ser una de las playas en donde los pescadores de hombres briosos realizan la pesca rivereña-.
Tomadas y tomados de las manos, algunas parejas con vergüenza, otras más con todo el orgullo se demostraban su amor, los besos, las caricias, pero sobre todo las sonrisas y miradas fueron los ingredientes previos a decir las palabras deseadas por todos ellos que sellarían su amor igualitario.
El clásico calor acapulqueño, que hacía algo incomodo el momento no fue un limitante para que algunos y algunas hayan decidido usar trajes elegantes, corbatas y chalecos, así como zapatos de gala, pero hubo quienes optaron por camisas y pantalones de lino en tonos pasteles y hubo hasta quienes no pusieron tanta importancia en su vestimenta y decidieron usar una ropa común y que fuera su amor  de unirse en matrimonio, el principal elemento de esa tarde costeña y bajo palmeras.
Entre el murmullo de las olas del mar, el fresco aire que golpeaba sobre las palmeras, así como el cuchicheo de algunos fisgones, que decían “se van a casar machorras y maricones”, pero también la alegría, el gozo, la algarabía se hicieron presentes en esta tarde histórica en Acapulco por la primer boda gay colectiva.
En el presídium principal, las autoridades encabezadas por el gobernador, Rogelio Salvador Ortega Martínez se vivió lo burocrático, lo que a decir de algunas voces no sería legal, pero esa tarde se desafió la ley y la unión gay se llevó a cabo.
Casi después de las 19:00 horas llegó el momento esperado, la oficial número 48 con sede en Costa Azul, Sara Luna Cruz realizó las preguntas más esperadas por las parejas, “¿quieren unirse en legitimo matrimonio?”, a lo que a una sola voz las 20 parejas contestaron “si”, después los declaró unidos en legítima unión con todos los derechos que la ley y la Corte les confiere.
Los aplausos, los gritos y la fanfarria por parte del mariachi Sol de Acapulco y las felicitaciones comenzaron a escucharse en el restaurante de mariscos ubicado sobre la franja de la bahía de Santa Lucía.
LAS DESPOSADAS Y LOS DESPOSADOS
Después una a una las parejas en su mayoría jóvenes de menos de 30 años formadas por María del Consuelo Castañón Ariza y Alicia Silva Reyes; Lucina Galeana Marines y Diana Polito Nolasco; Claudia Castillo Villalba y Katie Concepción Cano Díaz; Joselyn Abril Valdovinos Maciel y María de Lourdes Sánchez Ortiz; Celeste Salinas Arroyo y Rubí Jiménez Marquez; Magali Blanco Orbe y Rocío Ayala Orbe; Nancy Verónica García Pérez y Erika Bermúdez Benítez;  Ana Laura Guzmán y Angélica Gutiérrez; María Guadalupe León y Clara Jaqueline Laredo; Norma Laura Núñez y Getsemaní Salmerón; Tatiana Castro y Sandra Guzmán; Irene Rivera y Nelly Escobar; Karely Vega y Alejandra Jiménez; Jeny Lemus y Lucía Sánchez; Alfonso Perseus Torres y Salvador Miranda Peláez; Oscar Rangel y Agustín Hernández; José Manuel Toro y José Manuel Fierro; Mario Barbosa y Jesús Manuel Cedeño; Abraham Bárcenas y Guillermo Marquez subieron a recibir sus respectivas  actas de matrimonio.
Al recibir sus actas, las parejas no dudaron en demostrase su amor ante más de unas 250 personas que acudieron a la histórica boda gay, por lo que entre besos y caricias las parejas sellaron su amor.
Para el brindis un rico vino espumoso en copas de cristal, mientras que los canapés regalados por la señora Susana Palazuelos fueron rollitos de salmón a la francesa, chalupitas con chiles moritas en nogada, taquitos dorados de pollo con guacamole, tostaditas de atún y chalupas al estilo chilapeño.
Para el postre un delicioso pastel de durazno de unos 40 kilos, así como bocadillos de brownis se saboreaban sobre las bocas de cada una de las parejas de lesbianas y gays que se unieron en matrimonio.
Al fondo de oía las canciones cantadas por el mariachi Sol de Acapulco como “Si nos dejan”, “Sabes una cosa” y “Bésame mucho”, fueron de las más románticas que se escucharon en la boda gay.
Algunas parejas se quitaron los zapatos, las sandalias y abrazados en su amor festejaron sobre la arena dorada y bajo la puesta de sol que caía sobre la bahía de Santa Lucía para sellar su amor.
Al finalizar la unión civil, las felicitaciones, los abrazos, las selfies sobre la playa, así como las muestras de cariño y los fuegos artificiales sellaron la boda histórica gay en el puerto de Acapulco que marca un inicio del matrimonio igualitario.
 


***Responsable del BLOG: Julio Zenón Flores. Periodista, escritor, marketer digital y maestrante en ciencia política. Premio estatal de periodismo y premio estatal de periodismo legislativo. www.facebook.com/juliozflores

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