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ZEFERINO Y LA SORPRESA QUE VIENE  

Julio Zenón Flores

 

La filtración primero y la certeza después, al ser confirmado por personajes del PAN, sobre la participación del ex gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, en la contienda electoral en ciernes en la entidad guerrerense, ha sido el elemento sorpresa de de este proceso, que si no fuera por eso caminaría por los ejes de siempre, con las mismas acciones, de los mismos actores y con el mismo futuro: Que ganara quien ganara de los partidos políticos, ganan siempre los mismos, la misma clase política que ha arruinado y frenado el desarrollo del estado.

 

La participación del ex gobernador tiene a más de un actor político local con el ¡Jesús! En la boca y de ahí que se haya soltado una andanada de ataques en su contra, incluyendo como no, a la nada imparcial, desacreditada y politizada Auditoría General del Estado y la Contraloría del Estado -instancias que no frenan la corrupción, pero sirven para golpear a quienes no son del agrado del gobernador en turno-.

 

Se ha dicho que Torreblanca Galindo podría ser el candidato a alcalde de Acapulco y en las investigaciones que realizamos sólo obtuvimos que el ex mandatario prepara una buena sorpresa en esta demarcación territorial, favorable al PAN y en detrimento de quienes ya se sentían ganadores del proceso de elección de la presidencia municipal; aunque también se ha mencionado que pudiera ser candidato a senador por la entidad o bien el coordinador de la campaña de la candidata del blanquiazul a la presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota. En cualquiera de esas posiciones el ex gobernador sería un importante activo para el partido del presidente Felipe Calderón.

 

La gente medianamente informada opina que los ataques a Zeferino provienen -con excepción del periódico El Sur, que siempre ha jugado un papel crítico, que es lo que la da lustre- de los mismos sectores perredistas que no han comprendido que él nunca asimiló la subcultura de quienes otrora fueron líderes sociales y devinieron en mercaderes de la política, dejando de lado sus principios, por un plato de lentejas (o de caviar, ahora que son funcionarios) y que plegaron sus banderas para vender la membresía perredista a personajes que no son ni han sido, ni serán de izquierda, sino al contrario, desapareciendo del mapa guerrerense a la izquierda electoral.

 

Algunos profesionistas han expresado que no es que se pueda pensar que el ex gobernador sea una blanca paloma, pero habría que considerar que su origen es el de la sociedad civil desde donde combatió al priismo y a su cultura y que le resultaba difícil afiliarse a un PRD que asumió y superó las viejas y rancias prácticas del tricolor, pero con discurso de izquierda, en tanto ya el propio presidente Felipe Calderón, los rebasaba con el fortalecimiento de medidas y acciones que se podrían catalogar como de izquierda, rebasando al PRD por la izquierda desde la derecha.

 

Esos argumentos podrían darle la razón al ex gobernador para seguir en la política pero con un partido menos contradictorio que el PRD -dividido hasta el infinito en grupos y corrientes- y convertirlo así en una suerte de fiel de la balanza que si bien no necesariamente ganara la elección si cambiara los escenarios de tal modo que fortaleciendo al PAN, ganara quien se creía que no tenía demasiadas posibilidades.

 

Esperemos pues la sorpresa que prepara Zeferino Torreblanca en Acapulco, que se supone será develada en cuestión de unas cuantas horas.aunque según el calendario electoral se tienen aún varios días antes de los registros legales.


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