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PEQUEÑA GRAN DIFERENCIA. * LITTLE BIG DIFFERENCE.

Por: Esteban Valdeolivar S.

El lunes pasado, un acto de terror hirió a docenas de personas y mató a tres inocentes estadounidenses en la maratón de Boston.
Dos bombas artesanales cargadas de rodamientos, pólvora, clavos y metralla convirtieron la meta de la en una zona de guerra.

En los días posteriores, cientos de policías trabajaron sin descanso para proteger a la población, montando un operativo para localizar a los autores del acto criminal.

De esta manera, familias enteras fueron desalojadas de sus casas por las fuerzas de seguridad para ubicar a los dos sospechosos identificados como los hermanos   Dzhokhar A. Tsarnaev, de 19 años, y Tamerlan Tsarnaev, de 26 años,  quienes se encontraban desde hace varios años en los Estados Unidos.

El comisionado de la Policía de Boston, Ed Davis, pidió a la población de la ciudad a permanecer en sus casas, asegurar sus puertas y no abrirle a nadie salvo que fueran las fuerzas de seguridad debidamente identificadas.

Finalmente, las autoridades estadounidenses detuvieron la noche del viernes a Dzhokhar Tsarnaev, frente a una residencia de Watertown, Massachusetts, poniendo fin a un largo operativo policial que llegó a promulgar el toque de queda en Boston.

Sin embargo, no deja de llamarme la atención la actitud de los residentes de Watertown, que, una vez capturado uno de los dos sospechosos del atentado, hayan salido a las calles para aplaudir y agradecer a la policía su actuación en defensa y protección de la ciudadanía.

Esta acción, que para los ciudadanos estadounidenses es vista como normal, en nuestro país dista mucho de ser una realidad, ya que es de sobra conocido que todas las corporaciones policíacas mexicanas en lugar de dar confianza entre la población, generan alejamiento temor y miedo hacia ellas.

Estamos iniciando un nuevo gobierno con el Presidente Enrique Peña Nieto y el tema de la seguridad pública es una de las asignaturas prioritarias pendientes por resolver, para que, tengamos en un futuro no lejano, la paz y tranquilidad a la que aspiramos todos los mexicanos y algún día, podamos salir a la calle y decirle gracias a las fuerzas de seguridad pública, por proteger y salvaguardar lo que por mandato constitucional es una obligación de ellos.

En conclusión, la actitud de los ciudadanos de Watertown con su policía refleja una pequeña pero gran diferencia que en México no se da...

Pero como siempre, usted tiene la mejor opinión.


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