El voyerista
Por Alfredo Guzmán
• ¿La ley soy yo?
Está más que claro, que cuando se confunde la magnesia, con la gimnasia, empezamos a torcer la boca y preguntar, como sin querer: ¿What?
La respuesta dura, rijosa, caliente y directa de que todo aquel funcionario municipal, (léase) edil, síndico, regidor o cosa parecida, aunque sea el responsable de la seguridad pública municipal, trate, apoye, ayude, auxilie o busque fortalecer la formación de las policías comunitarias en el estado, de Guerrero, tendrá como respuesta, la utilización estricta de la ley en su contra por supuesto. No más, ni menos.
La amenaza fue una declaración del actual gobernador del estado de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, de que quien financiara, apoyara o buscara fortalecer la formación de las policías comunitarias, se le aplicaría la ley. Lo anterior, porque en algunas declaraciones, casi en el mismo tenor, han existido discursos y declaraciones a la prensa, de que la sociedad está cansada y en caso de que no haya respuesta al reclamo de seguridad por parte del gobierno estatal y federal, las comunidades habrán de tomar la justicia por su propia mano. Con el propósito de otorgar seguridad a las familias, frenar a las bandas que les exigen pago de piso, los secuestran, los extorsionan, en fin, no les permiten vivir en tranquilidad y en paz y trabajar.
La anterior declaración ha sido dicha en Tixtla, en Olinalá, en Ayutla, en Coyuca, en Tecpan, en la tierra caliente, en la montaña, en la sierra del estado, bueno, en todo Guerrero, por líderes, por gente de la sociedad civil y por quienes han observado que el gobierno del estado, no les hace caso.
Luego entonces, la pregunta ociosa que hoy voy a realizar, tiene que ver con unas acciones y hechos, que se encuentran signados con fotos, con discursos, con presencia, con apoyos directos e indirectos, con impunidad total pues, de quien hoy detenta el Ejecutivo del estado en Guerrero, mismo que apadrinó, financió, apoyó, entregó uniformes, radios, armas, unidades motrices, hasta una blindada para el uso personal de Bruno Plácido Valerio, quien es líder de la Unión y Organizaciones del Pueblo de Guerrero (UOPG) y de varias de las policías comunitarias que se formaron en Guerrero, desde la llegada del actual gobierno estatal.
Para nadie es un secreto, porque la dirección de Comunicación Social del gobierno de Guerrero, se ha encargado de promover y publicar en diferentes medios informativos, en radio y en televisión local y nacional, de que las policías comunitarias, en un proyecto del gobernador del estado de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien hasta iniciativa de ley ha enviado al Congreso del estado, con tal de que sus ahijados, o sean Bruno Plácido y su hermano, además de una caterva de seguidores, quienes se adjudican ser los redentores de la sociedad guerrerense, deben tener todo su apoyo y se los ha entregado.
Recursos financieros, camionetas, uniformes, radios, capacitación y lo principal, impunidad y seguridad les ha entregado el Ejecutivo de Guerrero a Bruno Plácido y su hermano.
El proyecto, es que cuando el congreso de Guerrero, dé su anuencia de que se permiten la formación de policías comunitarios, ya existan grupos armados al servicio del gobierno y de los grupos de poder actual, para que se les entreguen los documentos que los acreditan como tales.
Ya hasta tienen credenciales que los acredita como policías comunitarios.
Todo lo anterior, fue cuestionado por algunos medios informativos, por algunos críticos del actual gobierno, pero el gobierno los ignoró.
Pero cuando iniciaron los problemas en Tixtla, en Olinalá, en Ayutla y en varios lugares, donde hasta el ejército fue casi secuestrado y detenido, el gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, se alarmó del engendro que creo. Se espantó de su Frankestein y ahora que algunos ediles, quieren hacer lo mismo que él hizo les dice que les aplicará la ley, pero nadie se la aplicó a él.
Simple, a mis amigos corazón y gracia, a mis enemigos la ley. Comentarios; voyer54@yahoo.com.mx
Por Alfredo Guzmán
• ¿La ley soy yo?
Está más que claro, que cuando se confunde la magnesia, con la gimnasia, empezamos a torcer la boca y preguntar, como sin querer: ¿What?
La respuesta dura, rijosa, caliente y directa de que todo aquel funcionario municipal, (léase) edil, síndico, regidor o cosa parecida, aunque sea el responsable de la seguridad pública municipal, trate, apoye, ayude, auxilie o busque fortalecer la formación de las policías comunitarias en el estado, de Guerrero, tendrá como respuesta, la utilización estricta de la ley en su contra por supuesto. No más, ni menos.
La amenaza fue una declaración del actual gobernador del estado de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, de que quien financiara, apoyara o buscara fortalecer la formación de las policías comunitarias, se le aplicaría la ley. Lo anterior, porque en algunas declaraciones, casi en el mismo tenor, han existido discursos y declaraciones a la prensa, de que la sociedad está cansada y en caso de que no haya respuesta al reclamo de seguridad por parte del gobierno estatal y federal, las comunidades habrán de tomar la justicia por su propia mano. Con el propósito de otorgar seguridad a las familias, frenar a las bandas que les exigen pago de piso, los secuestran, los extorsionan, en fin, no les permiten vivir en tranquilidad y en paz y trabajar.
La anterior declaración ha sido dicha en Tixtla, en Olinalá, en Ayutla, en Coyuca, en Tecpan, en la tierra caliente, en la montaña, en la sierra del estado, bueno, en todo Guerrero, por líderes, por gente de la sociedad civil y por quienes han observado que el gobierno del estado, no les hace caso.
Luego entonces, la pregunta ociosa que hoy voy a realizar, tiene que ver con unas acciones y hechos, que se encuentran signados con fotos, con discursos, con presencia, con apoyos directos e indirectos, con impunidad total pues, de quien hoy detenta el Ejecutivo del estado en Guerrero, mismo que apadrinó, financió, apoyó, entregó uniformes, radios, armas, unidades motrices, hasta una blindada para el uso personal de Bruno Plácido Valerio, quien es líder de la Unión y Organizaciones del Pueblo de Guerrero (UOPG) y de varias de las policías comunitarias que se formaron en Guerrero, desde la llegada del actual gobierno estatal.
Para nadie es un secreto, porque la dirección de Comunicación Social del gobierno de Guerrero, se ha encargado de promover y publicar en diferentes medios informativos, en radio y en televisión local y nacional, de que las policías comunitarias, en un proyecto del gobernador del estado de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien hasta iniciativa de ley ha enviado al Congreso del estado, con tal de que sus ahijados, o sean Bruno Plácido y su hermano, además de una caterva de seguidores, quienes se adjudican ser los redentores de la sociedad guerrerense, deben tener todo su apoyo y se los ha entregado.
Recursos financieros, camionetas, uniformes, radios, capacitación y lo principal, impunidad y seguridad les ha entregado el Ejecutivo de Guerrero a Bruno Plácido y su hermano.
El proyecto, es que cuando el congreso de Guerrero, dé su anuencia de que se permiten la formación de policías comunitarios, ya existan grupos armados al servicio del gobierno y de los grupos de poder actual, para que se les entreguen los documentos que los acreditan como tales.
Ya hasta tienen credenciales que los acredita como policías comunitarios.
Todo lo anterior, fue cuestionado por algunos medios informativos, por algunos críticos del actual gobierno, pero el gobierno los ignoró.
Pero cuando iniciaron los problemas en Tixtla, en Olinalá, en Ayutla y en varios lugares, donde hasta el ejército fue casi secuestrado y detenido, el gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, se alarmó del engendro que creo. Se espantó de su Frankestein y ahora que algunos ediles, quieren hacer lo mismo que él hizo les dice que les aplicará la ley, pero nadie se la aplicó a él.
Simple, a mis amigos corazón y gracia, a mis enemigos la ley. Comentarios; voyer54@yahoo.com.mx
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