TRASFONDO
JULIO ZENON FLORES
Cuando he hablado en mis artículos sobre la lucha por la
gubernatura de Guerrero, en el camino de la sucesión de Ángel Aguirre Rivero,
he mencionado poco al vicecoordinador de los diputados del PRI en el palacio de
San Lázaro, Manuel Añorve Baños y más de una persona me ha reclamado el no
mencionarlo como uno de los que más posibilidades tienen de ser candidato del
tricolor. Hay hasta quienes han intentado cruzar con el que escribe una
apuesta, de que él será el abanderado. El argumento que me dan consiste en que
el diputado federal lleva a cabo una intensa actividad en el interior del
estado y que constantemente está en Acapulco, con sus amigos de la prensa y
acompañado de diputados locales, regidores y líderes sindicales.
He decidido abordar el tema luego de que un diario local, de
contenido político, casi lo destapa, usando las propias palabras de Manuel
Añorve. “Se enlista” dijeron.
Ex alcalde es un hueso duro de roer, es un hombre de mucho
trabajo político, que sabe salir de las adversidades y venir de atrás para
ganar batallas políticas. Su recuperación de la alcaldía de Acapulco, cuando
nadie le daba posibilidades, es más nadie quería ser candidato a ese puesto en
esa ocasión, ni el propio Ángel Aguirre, a quien se lo pidieron; tampoco había
quienes lo quisieran acompañar en la planilla, por eso hubo quienes sin mucha
trayectoria política, llegaron a ediles, como Eloína López Cano, que aceptó ir
en la planilla más por amistad con él que por otra cosa, demuestra que es un
buen operador político, que sabe hacer campañas, aunque eso no le alcanzó para
ganar la gubernatura a su primo el ahora gobernador, Ángel Aguirre y aunque lo
sabía, aunque sabía también que tenía enfrente no sólo al ex priista que se
había llevado a un tercio del PRI y al PRD que de por sí traía casi tercio del
electorado, sino también al poder del presidente de la República, en ese tiempo
Felipe Calderón, que lo atacó mortalmente unos días antes de la elección al
citar fuentes de un narcotraficante supuesto testigo de la PGR, con todo eso,
no se rajó y fue a la campaña más difícil de su historia. Perdió y muchos desde
entonces, lo dieron por muerto políticamente.
Su recuperación, sin embargo, fue asombrosa, regresó a la
alcaldía y de ahí brincó a una diputación federal donde ahora es
vicecoordinador y en ausencia del coordinador, de los cinco vicecoordinadores
de la fracción, él fue el elegido para coordinarla, durante la permanente, en
el periodo de receso. Eso lo pone en las ligas nacionales. Eso demuestra que es
un político en pleno momento, con poder y con posibilidades de influir en
varios miembros del gabinete presidencial, donde además están varios de sus
amigos.
Por lógica, se debería pensar que él tendría que ser el
candidato a gobernador del PRI. Sus relaciones con la gente del gabinete, el
apoyo de Beltrones y de varios gobernadores, su propio capital político en
Guerrero que ha reforzado al gestionar recursos a diversos alcaldes, le ponen
en esa tesitura. Es, de hecho, según encuestas, el más conocido de los priistas
que se pudieran enlistar y su grupo político en el interior del PRI hoy es el
más fuerte. Pero aún así yo creo que su participación no es segura en la
candidatura, aunque si, sin duda, será un referente para determinar quién será
candidato.
En mi opinión, y he podido sentir que la comparten los
periodistas y analistas más serios de diversas ideologías de la entidad, es que
Manuel Añorve es uno de los dos con capacidad para gobernar este estado en la
situación actual en que se encuentra, el otro es Armando Ríos Piter. Los dos
son los políticos de grandes ligas que tiene Guerrero. La diferencia, de hecho,
es que uno de los dos tendría el apoyo presidencial y eso es determinante.
Me atrevo a pensar, incluso, que cualquier otro candidato
del PRI, sería un candidato para perder, incluido Mario Moreno Arcos. Y si no,
al tiempo.
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