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RECOMIENDA IMSS GUERRERO INGERIR SUFICIENTE AGUA NATURAL PARA EVITAR DESHIDRATACIÓN

   Vigilancia permanente en niños y adultos mayores
 
·         Tomar de litro y medio de agua natural hasta los dos litros de preferencia, sin llegar al exceso pues esto no es garantía de un estado saludable
 
Boca seca, mareos, fatiga, alteraciones de la vista y desvanecimiento pueden ser síntomas de deshidratación. Este padecimiento puede producirse por enfermedades diarreicas, vómito excesivo, por insolación o al realizar ejercicios que provoquen gran sudoración, informó el coordinador auxiliar de Salud Pública en la Delegación en Guerrero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Humberto Reyna Echanis.
 
El especialista explicó que la deshidratación es la pérdida excesiva de agua y sales minerales del cuerpo. Bajo circunstancias normales, todas las personas pierden agua a través del sudor, lágrimas, orina y heces. En una persona normal, esta agua es reemplazada al tomar agua y alimentos que la contienen. Sin embargo, cuando una persona se enferma con fiebre, diarrea o vómito o bien cuando se expone demasiado al sol, puede sufrir deshidratación.
 
Los bebés y los niños tienen más probabilidades de deshidratarse porque su peso es menor y sus cuerpos asimilan el agua y los electrolitos con más rapidez. Asimismo las personas mayores de 60 años de edad tienen tendencia a una pérdida de masa muscular con la edad y esto se asocia a un menor contenido de agua en el organismo.
 
Las causas más frecuentes de la deshidratación son: por ingerir alimentos descompuestos o que son preparados en condiciones inadecuadas, esto puede generar enfermedades gastrointestinales como salmonelosis y diarrea. Cuando hay diarrea y el aparato gastrointestinal no funciona normalmente, el agua y las sales pasan lentamente a la sangre o no pasan en absoluto.
 
Las heces contienen gran cantidad de agua y sales mucho mayor que la normal; esa pérdida ocasiona deshidratación. Cuanto más frecuentes sean las evacuaciones diarreicas, mayor será la pérdida de agua y sal.
 
También puede provocarse deshidratación con el exceso de ejercicio físico, sobre todo si no se reponen el agua y los electrolitos que se consumen, señaló el especialista del IMSS.
 
El cuerpo manda señales de alarma para indicar que está en peligro de deshidratación, éstas son decaimiento, boca seca, piel seca que al pellizcarla se queda levantada, ojos hundidos, llanto sin lágrimas, vértigo y desvanecimiento al ponerse de pie. Si no se da tratamiento, pueden aparecer delirios, inconsciencia y en casos extremos la muerte.
 
En el caso de los bebés, presentan “mollera hundida”, poco o nada de orina, demasiado vómito y/o evacuaciones líquidas y mucha sed.
 
 
Si la deshidratación es por diarrea, no deje de dar al enfermo abundantes líquidos y comida a base de verduras. Si es por insolación o exceso de ejercicio físico, dele líquidos a tomar poco a poco.
 
En época de frio y calor se recomienda tomar de litro y medio de agua natural hasta los dos litros de preferencia, sin llegar al exceso pues esto no es garantía de un estado saludable. La sobrehidratación puede reducir los niveles de magnesio en el organismo, lo que afecta al cerebro. De ahí que deba ingerirse acorde al peso y talla de cada persona, la dieta y la temporada del año.
 
Respecto al tema, el delegado estatal del IMSS, José Luis Ávila Sánchez, indicó que el Seguro Social promueve la “jarra del buen beber”, como guía en donde se ilustran los seis niveles que representan las proporciones de líquidos recomendadas para consumir al día.
 
En el nivel 1 se encuentra el agua potable, recomendando tomar de seis a ocho vasos al día; en el nivel 2 está la leche semidescremada y descremada, y las bebidas de soya sin azúcar adicionada, sugiriendo no tomar más de dos vasos al día.
 
El café sin azúcar ocupa el nivel tres  y se recomienda no tomar más de cuatro tazas; el cuarto nivel, lo ocupan las bebidas no calóricas con endulcolorantes artificiales (que se recomienda preferir sobre refrescos con azúcares porque no aportan calorías).
 
Jugos de fruta, leche entera, bebidas alcohólicas y bebidas deportivas, ocupan el nivel cinco de la jarra del buen beber, de las que se recomienda no tomar más de medio vaso al día.
 
El último lugar de la guía de cantidades de líquidos recomendados para el consumo del ser humano, lo ocupan las bebidas con bajo contenido de nutrimentos como los refrescos y bebidas con azúcar (jugos, aguas fresas y café) del cual se recomienda evitar consumirlos por el exceso de calorías que aportan y los nulos o mínimos beneficios nutricionales que aportan.
 
Por último, el funcionario hizo un llamado a los derechohabientes que presenten síntomas de deshidratación, para que acudan a su unidad médica a recibir el tratamiento adecuado y oportuno.

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