JULIO ZENON FLORES
Los partidos más grandes de Guerrero, el PRI y el PRD, están
ya en pleno proceso de cambiar de caballo cuando aún el handycap por la
gubernatura del estado no comienza, al menos no formalmente, pues los escarceos
entre quienes se han sentido con derechos para abanderar s sus respectivos
organismos partidistas, comenzaron desde el año pasado, a ciencia y paciencia
de unos integrantes del Instituto Electoral del Estado de Guerrero, ciegos y
sordos, o quizá cebados por el gobierno estatal, que todo lo coopta.
En el PRI, por ejemplo, los representantes de los grupos más
fuertes en disputa, el figueroismo y el añorvismo se unieron entre sí, mientras
que éste último se alió con el grupo no tan grande, pero importante en el
centro del estado, encabezado por Héctor Astudillo, para presentar un frente
unido ante el bloque que impulsaba a otro aspirante.
Los acontecimientos frenaron la carrera del más adelantado,
Mario Moreno Arcos, quien de por sí la tenía difícil pues enfrente tenía al
grupo de Añorve, quien no dejó nunca de aspirar a ser él y no otro el
abanderado y, por el contrario, ha mostrado que no apoyaría a Moreno Arcos,
según la entrevista exclusiva publicada en Enfoque Informativo, donde el propio
diputado federal señala que el edil de Chilpancingo no lo apoyó en la pasada
campaña. Sino que apoyó al actual gobernador del PRD y advirtió que eso se
paga, tiene un costo pues, lo que en cristiano significa “si sabes contar, no cuentes
conmigo”, lo que habría llevado a un PRI dividido al camino seguro de una nueva
derrota, pero eso mismo anularía al propio Añorve, pues de parte de quienes
impulsan a Mario, se esperaría una postura similar.
Las cosas, sin embargo, se han dado de manera tal que
quienes apoyaban a Mario Moreno, lo dejaron de apoyar. De un lado el gobernador
de Guerrero, Ángel Aguirre, que lo vio caer en un problema legal por el
atentado a Pioquinto Damián Huato y, además, el propio Aguirre entró a una
vorágine con las despensas y otras ayudas que se le descubrieron sin entregar,
empecinado, quizás, en guardar el cochinito para la campaña del hijo y de su
ahijado, lo que lo trae más preocupado por salvar el propio pellejo y no el del
primer edil; el grupo Figueroa, que por otra parte lo hubiera apoyado, también
desistió de ese intento al ver a Mario en problemas y optó por apoyar a alguien
de su propio clan, es decir, el actual líder estatal Cuauhtémoc Salgado Romero.
De pronto en el PRI, ha sido éste último quien habiendo
navegado con un perfil bajo y apenas con una campaña anticipada bastante
primaria, apoyado en sus bigotes, se convierte en el más viable candidato del
tricolor, superado apenas, en posibilidades, por la actual secretaria de
turismo, Claudia Ruiz Massieu Salinas.
En el PRD, mientras tanto, el golpe mediático dado por el
Morenista Andrés Manuel López Obrador al candidato puntero, Armando Ríos Piter,
le abrió la puerta al otro senador perredista, Sofío Ramírez Hernández, quien
se coloca ahora como el favorito.
En ambos casos, el de Sofío y el de Cuauhtémoc, deberá haber
deslindes de sus grupos de origen, si es que quieren consolidarse y crecer y
obtener apoyos en niveles más amplios.
1 Comentarios
CUAUHTEMOC SALGADO ROMERO NO GANA NI LA PRESIDENCIA EN CD. ALTAMIRANO GUERRERO DE DONDE ES ORIGINARIO, MUCHO MENOS LA GOBERNATURA. JAJAJA
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