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¿Cómo se definen los candidatos ganadores en Acapulco?



TRASFONDO

JULIO ZENON FLORES
Hace poco más de 10 años, dirigimos una campaña por la alcaldía de Acapulco, sobre la cual elaboramos la tesis denominada “El uso del marketing político en los procesos electorales en Acapulco”, la cual por cierto quedó sin editarse debido a una promesa incumplida de mi amigo el polítólogo José Luis González Cuevas, editor de No que no y en ese entonces jefe del departamento Editorial de la UAGro.
En esa tesis está plasmado el seguimiento, día a día, de nuestra campaña, la cual nos permitió confrontar la teoría de los mejores mercadólogos y expertos en comunicación política del mundo, con la realidad de Guerrero y en específico en Acapulco, y, se explica por qué habiendo nosotros hecho la mejor campaña y elevado a nuestro personaje de menos 5 por ciento de popularidad a niveles de entre 40 y 44 por ciento, en unos cuantos meses, con muy poca inversión y superando al contrincante interno que llevaba seis años haciendo precampaña, pese a lo cual, el adversario, con menores índices de popularidad, nos derrotó en una encuesta realizada por dos casas encuestadoras, cuyos resultados nunca nos mostraron. El que nos derrotó internamente, siendo menos popular que nuestro aspirante, finalmente ganó la elección constitucional con un amplio margen, derrotando al mejor amigo del entonces gobernador de la entidad, que traía todo el apoyo del poder gubernamental.
El asunto es que esa campaña nos enseñó que en Guerrero, en especial en Acapulco, no gana necesariamente el más popular, que las encuestas no son tan libres como quisiéramos y que el dinero, el gabinete y las relaciones del gobernador, no son suficientes para hacer ganar a su favorito. Es decir, que los procesos para entrar, competir y ganar una candidatura y luego una elección, no avanzan en línea recta, sino que se deben abordar desde múltiples variables. En especial, que en nuestro contexto, el voto por el partido sí cuenta. Sostenemos desde entonces que si, por ejemplo Zeferino Torreblanca hubiera ido de modo independiente y no por el PRD, nunca habría ganado ni la alcaldía, al igual que Luis Walton, nunca pudo ganar la presidencia, ni siquiera con su partidito, ahora MC, sino hasta que consiguió el respaldo de un partido grande, el del PRD.
En el PRI local se hizo un experimento en los años 90 lanzando a un candidato desconocido que se presentó como “caras nuevas y manos limpias”, obteniendo la menor votación histórica del tricolor.
En el caso particular de la campaña que dirigimos mi esposa y yo, aprendimos que si bien es importante ser popular, también se requiere amarrar alianzas con las corrientes y tribus que tienen el control del partido, es decir, de la dirigencia, porque son ellos quienes contratan a las encuestadoras, quienes les pagan, quienes conocen los polígonos a encuestar, quienes reciben el sobre con los resultados, quienes lo abren y lo dan conocer y, finalmente, quienes registran, incluso supletoriamente si es necesario, al candidato ante las instancias oficiales.
Por eso, en nuestros artículos, hemos hecho especial énfasis, al hablar de quienes tienen posibilidades de ganar o de competir con posibilidades de éxito en las próximas elecciones locales, en cuáles son las fuerzas que los respaldan y qué posiciones tienen al interior de la dirigencia nacional, tanto en el PRI como en el PRD.
Basados en eso, en conocimiento de las cañerías y de la correlación interna en ambos partidos, así como en sus pequeños aliados como el PVEM, PT, PNAL y MC, es que desde hoy podemos adelantar quienes serán los candidatos realmente fuertes.
Si quiere saber quiénes son, para mover sus apuestas, no deje de leernos aquí en ENFOQUE INFORMATIVO.

  trasfondoinf@hotmail.com

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