trasfondo
JULIO ZENON FLORES
La política en el estado de Guerrero se está calentando con
la incursión de nuevos actores políticos que cada vez le hacen más difícil al
gobernador Ángel Aguirre Rivero, operar su propia sucesión.
Su andar en la política estatal, en especial en el terreno
de su futuro político y el de su familia, se le ha convertido en un batallar en
arenas movedizas, lo que le ha puesto en una situación de pérdida de poder
estratégico y peor será a partir de mañana martes en que cumpla tres años al
frente del gobierno y comience su propia cuenta regresiva que tendrá el cero
final dentro de medio año, es decir, en el inicio del proceso formal para
elegir al nuevo gobernante de la entidad.
En este sentido, se inscribe la reaparición del diplomático
y ex secretario de gobierno, Florencio Salazar Adame, quien anda muy activo en
la política estatal, tratando de fortalecer al PAN, apoyando en su campaña al
aspirante a dirigente nacional Gustavo Madero, pero además operando ya,
también, para el senador perredista Armando Ríos Piter.
No hay que olvidar que Florencio es un viejo lobo de mar,
que tiene una alta incidencia entre la clase media de la sociedad civil y entre
priistas de viejo cuño y que además está resentido contra el coordinador
priista de la entidad René Juárez Cisneros, quien lo hizo salir del tricolor,
al hacerle una mala jugada cuando éste era secretario general de gobierno. El
antecedente implica que Florencio le puede aportar al de por sí fortalecido Jaguar,
quien por otra parte, mantiene una evidente distancia del
gobernador Aguirre.
De ese lado se puede decir que en el PRD al gobernador le
será prácticamente imposible imponer a su personero, el senador Sofío Ramírez
Hernández y tendrá finalmente que plegarse a la candidatura del Jaguar, pese a
la ayuda que como auténtico tonto útil le vino a dar el peje Andrés Manuel
López Obrador, al denostar al felino.
Del otro lado, ya difícilmente podrá operar, puesto que,
como hemos dicho en otros artículos, las posibilidades de su favorito priista,
quien a punto estuvo de dejar al tricolor cuando el actual gobernador migró al
PRD, Mario Moreno Arcos, han caído en picada, al grado que mostró tal
desesperación que cometió errores la semana pasada, los cuales terminarán por
costarle muy caro.
El error al que nos referimos comienza el miércoles pasado
cuando arriba sin invitación al Foro Mundo Imperial en Acapulco, a un evento
encabezado por su supuesto protector, Luis Videgaray, pero en el cual ni estaba
invitado ni formaba parte del Comité de Reconstrucción del Plan Nuevo Guerrero,
del que todos los ediles quedaron excluidos. Fue ahí con la intención de
tomarse una foto con Videgaray, la cual él mismo mandó publicar en El Sur el 28
de marzo, con un pie evidentemente equivocado, en el cual decía que ÉL, Mario
Moreno, presentó “avances”, con Luis
Videgaray y un despectivo “y otros funcionarios federales” del Plan Nuevo
Guerrero (del cual ni siquiera forma parte).
En contraparte al garrafal error de su favorito del PRI, Aguirre
vio con atención la demostración de fuerza del también aspirante a la
candidatura tricolor, Manuel Añorve Baños, en el evento del informe de la
diputada local Julieta Fernández Márquez, a donde mandó a orejear a su
subsecretario de asuntos políticos, Misael Medrano Baza, después de lo cual
optó por buscar una reunión privada con el segundo de Beltrones en San Lázaro y
terminar ese día echando porras a la secretaria de turismo federal Claudia Ruiz
Massieu.
COMENTARIO FINAL:
Y sin con eso no tiene Aguirre para entretenerse, se metió
en un pleito frontal con su antecesor en el cargo Zeferino Torreblanca Galindo,
a quien le pone piedras en el camino para cebarle su partido Sinergia, -lo hizo
con éxito en Iguala y Chilpancingo-, lo que le puede generar pérdidas en su
intento por heredar a su imberbe junior el gobierno de Acapulco.
Comentarios al autor: al correo zenon71@hotmail.com, o en Twitter @trasfondoin. Leanos también en ENFOQUE DIARIO
0 Comentarios
¿Qué te pareció esta información? ¿Qué nos falta?