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Pompidou adquiere proyecto de "rascasuelos" y puente habitable en Acapulco

Este proyecto arquitectónico uniría el Acapulco Tradicional con la Zona Diamante de Acapulco. Foto especial
Un edificio diseñado para las profundidades de la Tierra, en el Centro Histórico, con una punta que rascaría 300 metros bajo la superficie del Zócalo; un puente habitable que conectaría al viejo Acapulco con los nuevos desarrollos de la Zona Diamante y un santuario religioso en el mismo puerto con una cruz que mira el atardecer desde lo alto de una montaña.

Éstos son los proyectos de la oficina Bunker Arquitectura que llamaron la atención del Centro Pompidou, de París, recinto que resguarda una de las colecciones más importantes de arquitectura contemporánea en el mundo.

"Nos buscaron a finales del año pasado. Ellos se enteraron del proyecto del 'rascasuelos' y por eso vinieron a verme. Al final les interesaron los tres proyectos que fueron presentados y aceptados a principios del 2014 por el consejo del museo", comentó Esteban Suárez, director del despacho y el arquitecto más joven en donar su obra a esta colección.

Su acervo incluye nombres como los de Zaha Hadid, Frank Gehry y Rem Koolhaas, así como de algunos los mexicanos Tatiana Bilbao y Agustín Hernández.

La oficina entregó maquetas, planos, croquis y otros materiales relacionados que dieron un total de 17 piezas que se integran de forma permanente a la colección.

La Capilla del Atardecer es, de los tres, el único proyecto construido. Se trata de un templo ubicado en un jardín de criptas cuyo diseño corona una formación rocosa y se integra de forma natural al paisaje.

"Su apariencia es la de una roca artificial que culmina los cerros de granito. Es una especie de mausoleo, y el altar está orientado al atardecer, de tal manera que dos veces al año (durante los equinoccios) el sol se coloca exactamente atrás de la cruz", describió el arquitecto.

El rascasuelos, en tanto, ha sido el proyecto de investigación, como lo llama Suárez, de mayor resonancia de los que ha realizado la oficina.

"Buscamos una solución para tratar de contrarrestar el crecimiento desmedido y controlar la mancha urbana al redensificar el Centro Histórico", explicó.

Se trata de un edificio subterráneo de forma piramidal de 300 metros que se ubicaría debajo de la plancha del Zócalo.

Aunque el proyecto es prácticamente utópico, ha causado gran controversia.

Finalmente, el Puente Habitable de Acapulco es una solución que propuso la oficina ante los caminos insuficientes entre el viejo Acapulco y la Zona Diamante.

"Proyectamos un puente de tres kilómetros a través de la bahía, el cual integra espacios habitables para que la inversión privada también pudiera aportar parte de los recursos".

Bunker se ha caracterizado por desarrollar proyectos que planteen soluciones urbanas.

El próximo año, todavía en fecha por definir, el Pompidou presentará oficialmente las piezas del despacho mexicano a través de una exposición de arquitectos jóvenes del mundo.


RICARDO DORANTES /




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