TRASFONDO
Julio Zenón Flores Salgado
Y finalmente la lógica se impuso y Rogelio Ortega Martínez
que se venía desempeñando como gobernador interino, concluirá lo que resta del
periodo constitucional de Ángel Aguirre Rivero, al ser investido ayer ahora
como gobernador sustituto.
De los 41 diputados locales presentes, 34 de ellos, de las
fracciones del PRI, PRD, PAN, PANAL y PT votaron a favor de la ratificación, en
tanto siete, del partido Movimiento Ciudadano (MC) votaron en contra. Hubo
cinco legisladores ausentes.
El impasse registrado entre la media noche del viernes y la
tarde este lunes estuvo marcado por las presiones para sacar raja política de
la coyuntura del vencimiento de la licencia solicitada por seis meses, por
Aguirre Rivero y, en medio de las campañas electorales y el cumplimiento del
séptimo mes de la desaparición de estudiantes normalistas de Ayotzinapa, se
vivieron momentos difíciles.
Desde el arranque de la discusión al respecto, hace dos
semanas, resultó muy extraña la salida a escena del senador Sofío Ramírez
Hernández, uno de los personajes más cercanos y leales al defenestrado Angel
Aguirre, pidiendo ser considerado para ser el sustituto de su jefe político.
Extraña petición, sabiendo que no podría lograr el consenso por la vinculación
que el imaginario popular hace entre él y el ex gobernador, así como por su
pública confrontación con el grupo de Nueva Izquierda, y con la dirigencia
nacional del PRD. Si aún sabiendo eso, el senador se abría a decir que quería
ser el sustituto, es que traía un plan entre manos, supuso buena parte de la
pléyade de analistas de la entidad. El objetivo parecía presionar al gobernador
en funciones ¿para qué? Esa era la pregunta.
Luego vino la presión del presidente del Congreso, el
también aguirrista Bernardo Ortega, así como de los panistas, de los del PVEM y
de uno que otro priista.
Ahí ya pareció más que obvio: Todos iban a sacar raja. A
Ortega le saldría caro seguir al frente del ejecutivo estatal en los meses que
faltan para el 26 de octubre próximo. Cada cual sacaría algo y el universitario
tendría que negociar con cada uno para lograr los 31 votos que constituyen las
tres cuartas necesarias para su ratificación.
Finalmente, entre bambalinas se habla de una negociación
exitosa. Maleta en mano, se dice, fueron entregados fajos de hasta 2 millones
de pesos por legislador, pero no iban sólo por el dinero. Los perredistas, el
líder nacional Carlos Navarrete incluido, aprovecharon para recordarle que
estaba ahí gracias a ellos, que son la fracción mayoritaria y que por lo tanto
debía de otorgar espacios, lo cual ya no se verían tan mal, con el paso del
tiempo, desde los sucesos de Iguala, por lo cual le pidieron dos secretarías y
recursos para una campaña política. Falta ver si se concreta. Los del PRI
advirtieron la jugada pero “institucionales” como son, sólo pidieron
humildemente que no se comprometiera con el apoyo al PRD.
La ratificación, en resumen, era un asunto anunciado, pero
la oposición movió a Ortega a asumir compromisos y fue bien aprovechada por los
legisladores para sacar su raja.
El que no está claro que sacó es Sofío Ramírez. ¿Se irá del
PRD al PRI, aprovechando la confusión? ¿Obtendrá, como lo dijo al principio, la
posición de la secretaría de gobierno?
La otra incógnita es la del porqué votaron en contra los
diputados de MC ¿Será venganza por que el PRD no apoyó a Luis Walton en su
aventura de ser candidato a gobernador?
Al tiempo.
www.facebook.com/juliozflores***Responsable del BLOG: Julio Zenón Flores. Periodista, escritor, marketer digital y maestrante en ciencia política. Premio estatal de periodismo y premio estatal de periodismo legislativo. www.facebook.com/juliozflores
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