Baldemar Gómez Roque
Chilpancingo Gro a 22 de septiembre de 2015.-El Rector Javier
Saldaña Almazán de la Universidad Autónoma de Guerrero, exhortó a los
tres niveles de gobierno para que garanticen la justicia social que necesitan
los guerrerenses, ante sus demandas sociales que piden, por tanto dijo que es
lamentable que tanto trabajadores y organizaciones tengan que colapsar la
ciudad para encontrar un dialogo que les dé solución, esto lo dijo luego de
la entrega de Cartas de Asignación de Servicio Social a 956 universitarios.
Esta mañana en
el auditorio de la universidad, el rector Javier Saldaña Almazan
hace un llamado a la civilidad ante la situación de caos que
vive la capital del estado, donde los normalistas de Ayotzinapa exigen justicia
y los trabajadores burocráticos piden un derecho salarial justo.
Entrevistado
al término de la Entrega de Cartas de Asignación de Servicio Social a 956
universitarios de la UAGro, el rector Javier Saldaña Almazán hizo un llamado a
los tres niveles de gobierno para que garanticen la justicia social que
necesitan los guerrerenses, ante sus demandas sociales que piden, por tanto
dijo que es lamentable que tanto trabajadores y organizaciones tengan que
colapsar la ciudad para encontrar un dialogo que les dé solución.
Señaló
que ante la proximidad del primer aniversario de los hechos ocurridos contra
los estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa en
Iguala, el gobierno debe continuar en la búsqueda de justicia y en el encuentro
de la verdad, solo así habrá un consuelo entre la población de lo que ocurrió
ese 26 y 27 de septiembre del 2014.
Subrayó que “la universidad siempre será solidaria ante las demandas
sociales, pero consideramos que el gobierno debe garantizar la justicia social
y eso es lo que vemos que está pasando en Chilpancingo, son dos planteamientos
distintos lo que piden los trabajadores y los actos que están realizando los
normalistas de Ayotzinapa, pero considero que se debe dar atención a toda
demanda social”.
Por último
dijo que la que la Universidad no comparte ningún hecho
violento, por lo que convoca a la sociedad a demandar apoyos a través del
dialogo y la concertación, ya que la destrucción que se le pueda hacer a los
edificios públicos afecta a los propios pobladores, quienes fueron los que con
sus impuestos hacen realidad cada inmueble.
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