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El candidato asesinado

TRASFONDO
Julio Zenón Flores
El asesinato del candidato del PRI-PVEM a la alcaldía de Chilapa,

Ulises Fabián Quiroz, es un signo ominoso de las condiciones reales en que se llevan a cabo las campañas electorales en Guerrero y ante lo cual las autoridades y los propios candidatos de todos los partidos han pretendido cerrar los ojos y engañar al electorado insistiendo en que hay normalidad para la realización de los comicios.

Venga de donde venga, ese crimen va dirigido a sembrar temor en la clase política. Debe considerarse que una semana antes, un grupo armado de la misma zona donde el aspirante a alcalde fuera privado de la vida, el candidato a gobernador Luis Walton Aburto, había sido amenazado por sujetos fuertemente armados. La amenaza no habría sido menor si, como lo denunciaron, Walton iba custodiado por policías federales, pues no hay duda que se trataba de un reto a las autoridades en materia de seguridad.
El asesinato del abanderado priista indica sin duda, que es una reacción de mayor nivel a la amenaza que le hicieran al candidato de MC, misma que fue minimizada por la mayoría de la clase política, hasta el grado de insinuar que se trataba de un montaje del equipo de campaña de Walton, por la baja penetración de sus aspiraciones entre el electorado.
Ante lo ocurrido a Walton la clase política de Guerrero reaccionó de la manera más estúpida que se podía esperar al restar importancia y no solo eso, al plantearse como una especie de héroes o mártires, al decir que ellos, los otros candidatos, estaba recorriendo la entidad sin seguridad y sin problemas. Esa reacción frívola, que pinta a una clase política estúpida, encerrada en una burbuja de cristal cuyos únicos intereses válidos son la obtención del poder y los negocios, fue lo que seguramente, llevó al asesinato de Ulises.
Pero nadie aprende en cabeza ajena y luego del asesinato del abanderado del PRI-PVEM en Chilapa, con honrosas excepciones, reaccionaron igual. ¿En qué cerebro cabe decir, nuevamente que los otros candidatos están recorriendo sin problemas y sin seguridad, colonias y poblados de Guerrero? ¿No es eso un reto a que los mismos que amenazaron a Walton y asesinaran a Fabián Quiroz, reaccionen pasando a una nueva acción, más virulenta, de mayor nivel, hacia la clase política? ¿No pone esa reacción, en mayor riesgo a los candidatos de todo nivel, municipales, estatales y federales?
Las reacciones de condena ante dicho asesinato e incluso la acertada suspensión de actividades, al menos por ese día, del candidato del PRI-PVEM a la gubernatura Héctor Astudillo y la solidaridad de los candidatos y candidatas de otros partidos, no bastan. Sería necesario que esa clase política, tanto líderes de partidos, como candidatos y gobierno de los tres niveles, se reunieran, evaluaran el mensaje enviado con el cadáver del asesinado en Chilapa, y tomaran medidas extraordinarias, para lo cual deben admitir que Guerrero vive una condición extraordinaria, que no es una normalidad donde las campañas se pueden hacer manera normal.
Si no hacen eso y si no recurren a medidas extraordinarias, no habrá de sorprendernos que ocurra otro crimen, quizás de mayor nivel, mientras gobernantes y candidatos esperan o suponen que no les toque a ellos, sin entender, que todos, los de la clase política, pudieran haberse convertido en objetivos.



***Responsable del BLOG: Julio Zenón Flores. Periodista, escritor, marketer digital y maestrante en ciencia política. Premio estatal de periodismo y premio estatal de periodismo legislativo. www.facebook.com/juliozflores

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